Dani Ceballos llegaría a semifinales si España se clasifica

Los dos lesionados de la selección española, Dani Ceballos y Óscar Mingueza, se han sometido este lunes a unas pruebas médicas tras llegar a la Villa Olímpica, pues se han desplazado desde Sapporo a Tokio. Las resonancias que se les ha realizado a ambos jugadores han confirmado lo que el doctor había diagnosticado en las primeras exploraciones.

En primer lugar, tenemos a Ceballos, que sufre un esguince de grado II en su tobillo izquierdo, causado por la fuerte entrada que sufrió en el partido contra Egipto. El tiempo estimado de baja es de entre tres a cuatro semanas para una lesión así, lo que significa que se perdería los Juegos Olímpicos. Eso es en el plano de la lógica, pero el jugador español está dispuesto a agotar hasta la última posibilidad que tenga para poder volver a disputar algún minuto en este campeonato. Desde hace unos días el jugador esta persistiendo en sesiones de fisioterapia, aguantando mucho dolor para conseguir acortar los plazos todo lo posible. En cualquier caso, es imposible que el jugador pueda jugar el próximo partido contra Argentina y es muy probable que tampoco legue a unos hipotéticos cuartos.

Sus opciones de volver serían en el caso de que España consiguiera clasificarse para la semifinal o final del torneo, pero igualmente sería algo bastante complicado de conseguir. El utrerano quiere exprimir cualquier pequeña posibilidad que tenga de poder volver ya que lleva esperando mucho tiempo jugar estos Juegos.

Por otro lado está el caso de Mingueza, que se acabó confirmando que no tiene rotura. La prudencia del jugador en el momento en el que notó el dolor en los isquiotibiales en el estreno ante Egipto y pedir el cambio, ha conseguido evitar que se produjera una lesión mucho más grave. Ahora mismo, el jugador puede forzar y jugar el partido contra Argentina, aunque esta en las manos del propio entrenador y del propio jugador decidir si quieren arriesgar u optar por la prudencia esperando un partido más y preparase para llegar a tope a un hipotético cruce de cuartos de final.