ETERNO 'BAD BOY'

Joey Barton: "El fútbol me salvó de una vida de crimen"

El polémico centrocampista inglés del QPR Joe Barton declara que el deporte le alejó de una vida de delincuencia a la que todos sus amigos y familiares parecían estar destinados

Joe Barton jugó en el Marsella la temporada 2012-13

Joe Barton jugó en el Marsella la temporada 2012-13 / sport

Edu Bachs

Con una carrera repleta de casos de violencia, alcoholismo y algún que otro breve paso por la cárcel, Joey Barton es uno de los futbolistas ingleses más polémicos de la última década.

Tal y como publica el Daily Mirror, el centrocampista de 32 años -exjugador de Manchester City, Newcastle y Olympique de Marsella- cumplió condena en el año 2008 por alteración del orden. Hoy estudia filosofía, apadrina eventos benéficos e incluso participa de tertulias políticas en televisión.

Lo cierto es que las circunstancias que acompañaron a Barton durante su adolescencia fueron decisivas en la formación de su explosivo carácter. Crecido en Huyton, Merseyside, una de las zonás más deprimidas del país, el futbolista declara que era un joven “duro y espabilado” al que el fútbol le dio “disciplina y un objetivo en la vida. Era mi vía de escape”.

La adversidad ha acompañado al jugador del QPR desde temprana edad. Siendo niño, su tío fue asesinado y, en el año 2006, otro familiar sobrevivió a un intento de homicidio. “Tenía tres opciones: dedicarme a la construcción, drogarme o hacer deporte. Veía a mis colegas bebiendo y experiementado con narcóticos y sabía que, si seguía su camino, jamás sería capaz de lograr mis objetivos”.

Con uno de sus hermanos menores cumpliendo condena por asesinato, Barton conoce bien la vida que que le esperaba. “La única diferencia entre mis amigos del barrio y yo era el fútbol”.

Un vistazo al historial de conflictos como futbolista del centrocampista revela un sinfín de incidentes. En 2004, Barton apagó un cigarro en el ojo de un jugador del filial del Manchester City; en 2008, fue condenado a 77 días de cárcel por pelearse borracho a las afueras de un McDonald's de Liverpool. Ese mismo año, fue suspendido por el City tras un incidente con su compañero de equipo Ousmane Dabo en el que este último sufrió un desprendimiento de retina...

Lo cierto es que las circunstancias que le rodean no hacen más que alimentar la leyenda de un futbolista tan odiado como querido.