Set para soñar del Girona al ritmo de Olunga

Alba López

El Girona cortó su racha de derrotas en Liga (Eibar y Valencia) con una goleada de época ante Las Palmas y cierra una primera vuelta extraordinaria con 26 puntos en su haber y muy cerquita de los puestos europeos, circunstancia que a principio de curso no podían imaginar ni los más viejos del lugar en MontiliviStuani adelantó a los rojiblancos en la primera parte desde los once metros tras un penalti cometido sobre Álex Granell, y tras el descanso los de Machín ya bailaron al ritmo de un Olunga desatado que saltó al campo por el uruguayo y materializó tres de los cinco tantos que iba a lograr el equipo gerundense en la segunda parte. 

Paco Jémez calcó el planteamiento de Machín y salió con defensa de tres en Montivili. Lo aprovechó el Girona para adueñarse de la posesión de la pelota en los primeros minutos y cercar la portería de de Lizoain de la mano de un eléctrico Portu que hizo diabluras por el carril derecho. De las botas del de Beniel nació la primera ocasión clara del partido. El centrocampista habilitó a Stuani desde la diestra, pero el punta tardó un mundo en armar el pie y Gaby llegó al cruce para arrebatarle el balón. 

La respuesta de Las Palmas, que hasta esos momentos no había ofrecido señales de vida en ataque, llegó a través de Jonathan Viera, el hombre más activo de los amarillos en la primera parte. El granacanario lo intentó a balón parado desde fuera del área, pero su disparo, con intención, salió demasiado centrado y Bono pudo atrapar el balón en dos tiempo. 

Esos minutos de vértigo dieron paso a una fase mucho más templada en la que las fuerzas se nivelaron y Las Palmas consiguió arrebatarle el esférico a los de Machín. Sin embargo, cuando los insulares empezaban a tomarle el pulso al partido llegaba el gol del Girona en un contragolpe fulgurante bien llevado por el vertical Portu que acabó con un derribo claro de Javi Castellano sobre el murciano dentro del área. Stuani fue el encargado de transformar la pena máxima engañando a Lizoain desde los once metros. 

Minutos después el colegiado no quiso señalar otro penalti clamoroso de David García sobre Álex Granell. El zaguero de Las Palmas barrió al capitán rojiblanco dentro del área, pero Melero López hizo caso omiso a las protestas gerundenses y ordenó continuar el juego. 

Las Palmas quería, pero no podía. Movían el balón de un lado al otro del campo los de Jémez, pero sin conseguir batir las líneas de rojiblancas, faltos de chispa y claridad de ideas a partir de tres cuartos, donde todos sus ataques morían. Era llegar a la orilla de la playa y naufragar una y otra vez.  

En el descanso Machín se vio obligado a mover sus fichas por unas molestias de Stuani, y Olunga entró en lugar del ‘nueve’ de referencia del técnico. La irrupción del keniano, sin embargo, resultó determinante. El espigado punta allanó el camino rojiblanco tras un pase desde la izquierda de Mojica que desembocó en el 2-0 y a partir de ahí el Girona ya jugó a placer con Las Palmas desangrándose con el paso de los minutos.

Una contra perfectamente resuelta por Borja García sirvió para poner el lazo al partido y dar el pistoletazo de salida a la fiesta rojiblanca. Llegaron entonces el cuarto, quinto y sexto tanto gerundense en un abrir y cerrar de ojos. Repitió el keniano tras un error en la salida de balón de Las Palmas, Portu se apuntó al guateque picando el balón sobre la salida de Lizoain, y rubricó Olunga su hat-trick como final perfecto a un día que quedará grabado en la retina de todos los aficionados rojiblancos que acudieron ayer a Montilivi.