Pep Lluís Martí regresa a Riazor

Martí, durante el partido del play-off en Riazor ante el Mallorca

Martí, durante el partido del play-off en Riazor ante el Mallorca / EFE

Carles Rosell

En abril del año pasado, la cúpula del Deportivo decidió cortar por lo sano. El equipo, diseñado para regresar a Primera, perdía ante el Rayo Majadahonda, un recién ascendido. No quedaban muchas jornadas para terminar la liga y, pese ocupar la quinta posición, Natxo González fue fulminado. Su relevo, Pep Lluís Martí.

Empezaba así la segunda de las tres experiencias que ha vivido en un banquillo. La más breve y seguramente también la más intensa. Duró dos meses y medio, tiempo para acariciar el objetivo por el que fue contratado, algo que se desvaneció en 90 minutos para olvidar. Este viernes, el ahora entrenador del Girona regresa a Riazor, donde aflorarán muchos recuerdos. 

Pocos meses después de colgar las botas, el Tenerife llamó a su puerta. El eligió para hacerse cargo del equipo tras la destitución de Raúl Agné. Era el punto de partida de su primera aventura, que se alargó 108 partidos, desde el 2015 hasta el 2018. Consiguió la permanencia y el siguiente curso clasificó al conjunto canario para la promoción de ascenso. Se quedó a las puertas de Primera y el premio se lo llevó el Getafe.

Llegaba entonces la oportunidad en La Coruña. Fueron solamente 13 partidos. Cerró la liga regular en sexta posición, superó la primera ronda del play-off y en la última, contra el Mallorca, dejó escapar lo que parecía tener bien atado: del 2-0 de la ida se pasó al 3-0 de la vuelta. No fue renovado al terminar la temporada. 

Fueron 108 partidos en Tenerife. 13 al frente del Deportivo, menos de los que lleva ahora en Girona: 17. El actual balance es de 9 victorias, 3 empates y 5 derrotas. Ganó 7 partidos con el equipo gallego, igualó 2 y perdió 4. El promedio de triunfos es casi calcado. Caerá a favor de los de Montilivi si suma los tres puntos este viernes. Precisamente, en Riazor.