Meritorio punto en el fortín bético

Más cerca que nadie estuvo el Girona de ser el primer equipo en asaltar un Benito Villamarín inexpugnable. Los de Míchel mostraron dos caras muy distintas ante un Betis que frustró en los últimos compases de partido una última victoria para cerrar un 2023 de ensueño.

Fue un auténtico monólogo el inicio de partido de un Girona, que apenas permitió tener el balón a un Betis que se desesperó persiguiendo sombras. Hasta el 70% de posesión llegó a tener en el primer cuarto de hora de partido, aunque con dificultades para poder generar ocasiones claras más allá de un primer disparo lejano de Yan Couto, que volvió a ser un puñal por banda derecha durante todo el partido.

Despertó poco a poco el Betis hasta que Ayoze, tras la primera combinación larga de los de Pellegrini, avisó con un disparo que se marchó alto. Era el inicio de un intercambio de golpes, en los que Diao y Willian José para el Betis y Sávio para el Girona, rozarían el gol. Un intercambio en el que un día más, salía vencedor el Girona.

Iniciaba Pablo Torre con una gran conducción en la frontal para filtrar un pase a Sávio, que tras recortar ante Ruibal, acabaría siendo derribado dentro del área por el lateral bético. Dovbyk no fallaba desde los once metros para abrir el marcador y justificar el claro domino rojiblanco sobre el césped del Benito Villamarín justo antes del descanso.

Muy distinto fue el guion del segundo acto, pese a que volvió a ser Couto el primer protagonista. Una nueva llegada por banda del brasileño tras desequilibrar un desesperado Miranda, cerca estuvo de terminar con el segundo gol de Dovbyk.

El Betis se hizo con el control del balón y mediante centros laterales empezó a encerrar un Girona al que se le abrían muchos espacios por delante. Sávio avisó en la primera que pudo correr, tras una nueva gran salida de balón de Pablo Torre, que cuajó un gran partido en su primera titularidad de la temporada en liga.

Buscaba con insistencia el Betis la llegada que pudiera igualar la contienda y metió toda la pólvora que tenía en el banquillo Pellegrini. Resistía una y otra vez el Girona en las intentonas de los béticos que no encontraban la manera de poner en apuros a Gazzaniga. Pudo hacerlo Borja Iglesias, pero no se terminó de creer el centro de un Abde que apenas pudo desequilibrar ante un inconmensurable Eric.

Dio aire Míchel al equipo con las entradas de Portu, Stuani, Valery y John Solís en busca de estirar el equipo y salir de campo propio, donde se encontraba cada vez más metido por la insistencia de los locales, que buscaban una y otra vez derribar la resistencia a base de centros. Y en el último, llegó el premio. A la salida de un córner y tras varios rechaces, Pezzella puso el empate con un zurdazo imparable para Gazzaniga.

Se quedaba con la miel en los labios el Girona, que volvió a sacar su orgullo y cerca estuvo de volver a voltear el marcador. Primero Blind, con un disparo que se marchó rozando el palo. Y después, Stuani tras un gran centro lateral, que no pudo rematar con comodidad.

El Girona cedió el tercer empate de la temporada y dejó escapar dos puntos ante un Betis que puso justicia tras una segunda mitad en la que superó claramente a un Girona castigado físicamente.