El Girona tiene un equipo y un entrenador de Primera

Mientras el equipo encarrilaba la salvación con su empate en el Camp Nou, Míchel lograba su 28º partido en la máxima categoría con el club

Igualó los 28 que dirigió con el Rayo y superó ya los 18 con el Huesca. Ante el Elche, superará su techo y demostrará que "es un técnico de Primera" como quería

FC Barcelona - Girona | La ocasión de Taty Castellanos

Taty Castellanos tuvo la ocasión más clara del Girona / LALIGA

Marc Brugués

El Girona sigue su camino hacia el gran objetivo de la temporada: la permanencia en Primera División. Lo hace de la única manera que sabe hacerlo, sintiéndose protagonista con la pelota. Es la filosofía de Míchel. Este estilo es el que ha seguido el Girona toda la temporada, con altibajos claro, y que también hizo en un escenario tan imponente como el Camp Nou el lunes contra el Barça (0-0), donde Míchel igualó su techo de partidos en uno curso en la máxima categoría del fútbol español (28)

El empate del Camp Nou ni mucho menos supuso la salvación matemática para el Girona. Tampoco fue la confirmación de que el equipo es capaz de realizar grandes actuaciones contra grandes rivales, porque ya lo había hecho en el Bernabéu ante el Madrid, entre otros. Por el contrario, sí supuso algo más para Míchel. No por el botín del punto logrado, sino para llegar a los 28 partidos en Primera con el Girona. La cifra, de entrada, por sí sola no dice nada. Ahora bien, para el técnico tiene especial relevancia porque hará que el domingo ante el Elche supere su techo de partidos en una temporada en Primera División

Hasta ahora, en las dos experiencias anteriores a la máxima categoría, Míchel nunca terminó los cursos. El madrileño había sido destituido en la jornada 18 con el Huesca (2020-21) y, precisamente en la 28ª con el Rayo Vallecano (2018-19). Con ambos clubes, pues, se quedó sin poder demostrar que era entrenador de Primera después de haberlos ascendido en el ejercicio anterior. Esto en Montilivi no ocurrirá. De momento, el domingo hará historia, a título personal, rompiendo los registros que firmó con el Rayo de 28 partidos en Primera. “Quiero demostrar que soy entrenador de Primera”, decía Míchel durante la pretemporada, pocos días después de haber subido el Girona al Heliodoro Rodríguez en el play-off ante el Tenerife. 

El resto de la historia debe acabar de escribirlo el equipo en las diez jornadas que restan de competición. Con 35 puntos, la línea de meta cada vez se divisa más. Ahora bien, no vale bajar la guardia.