Gazzaniga, sangre de portero en las venas

El argentino debutó el pasado domingo con el Girona y Míchel tiene previsto darle continuidad

Nieto, hijo y hermano de portero, llegó con 15 años a Valencia y con 19 hizo el salto a Inglaterra

Gazzaniga, en su estreno con el Girona

Gazzaniga, en su estreno con el Girona

Marc Brugués

Gazzaniga es un pequeño pueblo de Italia, a 18 kilómetros de Bérgamo conocido por un tipo muy especial de mármol. Extraído durante muchos siglos de las cuevas del Val di Plaz, el 'marmo nero' fue famoso y preciado por su resistencia y fortaleza. Quién sabe si de aquí les viene a Paulo Gazzaniga, y a toda su familia, la pasión por impedir que ningún rival perfore su portería

El argentino, que se estrenó el pasado domingo con el Girona en el empate contra Osasuna (1-1), es la tercera generación de una alcurnia de porteros que empezó con su abuelo Mario. El padre, Daniel Osvaldo, la continuó y llegó incluso al primer equipo de River Plate, con el que vivió el título de la Copa Intercontinental de 1986 contra el Steaua de Bucarest, y también pasó por Eslovaquia y la Primera División de Bolivia, Ecuador y Perú. La alcurnia no se paró aquí y los dos nietos, Paulo y Gianfranco, han continuado la tradición.

"Era inevitable", comenta el padre, que recuerda como cuando eran pequeños el portero del Girona y su hermano, actualmente en el Racing del Ferrol, se pasaban el día "en la calle jugando". "Los partidos continuaban en casa y los marcos de las sillas del comedor eran las porterías improvisadas", explica Daniel, que no tiene constancia de que le rompieran nada de mucho valor entre partidillo y partidillo. "Si lo hicieron, lo disimularon muy bien", dice. Una de las imágenes que le quedarán por toda la vida al padre Gazzaniga es más reciente, de apenas el pasado domingo. "Ver mi nieto Mario con los guantes y el uniforme de portero a cuestas de Paulo al césped de Montilivi no tiene precio. Se me puso la carne de gallina"

Quién sabe si el pequeño Mario será la cuarta generación de Gazzaniga bajo palos. "¿Cuando salimos?" Esta fue la respuesta de Paulo y Gianfranco cuando su padre, ahora hace unos dieciocho años les preguntó si querían ir a vivir en Europa e instalarse en Valencia. "Les veía madera y capacidades para llegar a ser profesionales". Los dos hermanos se incorporaron a las categorías inferiores del Torre Levante y, de aquí, Gianfranco pasó al plantel del Almería y Paulo, al del Valencia. 

El portero del Girona estuvo un par de años en el Valencia, pero sin oportunidades en el filial ni en el primer equipo decidió, con solo 18 años, aceptar una propuesta del Gillingham, de la League 2, cuarta división de Inglaterra. Allí tuvo que picar mucha piedra. Solo y sin hablar inglés maduró de golpe y creció futbolísticamente hasta el punto de llamar la atención del Southampton, donde coincidió con Oriol Romeu y con Mauricio Pochettino de entrenador. Después de una cesión al Rayo Vallecano, en Segunda donde coincidió con Míchel, el técnico argentino lo reclamó para el Tottenham, donde vivió los mejores momentos de su carrera (2017-20). 

"Hace muchos años que persigue este sueño. Ha ido logrando objetivos y realmente es una gran satisfacción y una alegría enorme como padre", dice Daniel, que revela también que Paulo se fijaba mucho en él cuando jugaba. "No me gusta mucho explicarlo, pero sí. Del mismo modo que yo hice con mi padre. Cuando fue más grande, el portero que le llamaba la atención era Petr Cech del Chelsea", revela.

El Elche y el Fulham han sido las últimas etapas de Gazzaniga antes de aterrizar en el Girona el último día del mercado de verano. Internacional absoluto una vez con Argentina, uno de los retos del portero es hacer buenas actuaciones con el Girona para llamar la atención de los responsables de la selección

El tren de la selección no pasó para el padre de Paulo que recuerda, eso sí, que hizo de sparring de la Argentina campeona del mundo en México 1986. "El entrenador Carlos Bilardo organizó unos partidillos de entrenamiento antes de ir a México contra los juveniles de River y nos enfrentamos alguna vez", confiesa Daniel, que debutó con River "el mismo día" que Canniggia y Troglio.