Landa y 'Superman' López muestran las carencias de Roglic

El júbilo del que estrena su palmarés a lo grande como Benedetti

El júbilo del que estrena su palmarés a lo grande como Benedetti / AFP

Jonathan Moreno

No decepcionó la primera toma de contacto con la montaña en la Corsa Rosa. Después de unos cuantos libros de rutas anodinos, la duodécima jornada del Giro de Italia nos dibujaba en el perfil el Montoso, puerto de primera categoría, a falta de 30 kilómetros para la meta.

Como suele ser habitual en estos días de media montaña, se vivieron dos batallas. La primera, por el triunfo de etapa. Ahí salió victorioso Cesare Benedetti. A sus 31 años, el italiano estrenó su palmarés. Fue el más rápido, listo y hábil de una fuga que llegó a estar integrada por 25 corredores y que ostentó un cuarto de hora de distancia respecto al pelotón. Apareció cuando nadie le esperaba y engordó la voracidad de una escuadra como el Bora Hansgrohe.

En paralelo, Mikel Landa y Miguel Ángel López decidieron probar fortuna, quizás con el descaro de estar a una minutada de Primoz Roglic. En cuanto la carretera agarró pendiente, el colombiano y el alavés dinamitaron al pelotón de favoritos. Buen entendimiento entre ambos, con la colaboración de sus compañeros Sütterlin, Boaro y Cataldo en el descenso. El botín en meta fue de apenas medio minuto, aunque suficiente para demostrar las carencias de los otros equipos. Especialmente las del Jumbo Visma. <strong>Roglic se encontró huérfano de compañeros cuando vinieron mal dadas</strong>. El esloveno se sentó en la butaca y dejó que otros hicieran el trabajo sucio.

Valerio Conti cedió la 'maglia' rosa en favor de su compañero en el UAE Jan Polanc. Al final, todo queda en casa.