¡La UEFA no descarta que la temporada acabe el 31 de agosto!

A medida que pasan los días y el problema del coronavirus va en aumento en Europa con especial virulencia en tierras italianas, el fútbol vive los acontecimientos con angustia y con expectación.

Mientras que este viernes han muerto más de 600 personas solo en Italia, las competiciones futbolísticas están detenidas en el Viejo Continente y aún es una incógnita primero si se reanudarán y, en caso afirmativo, cuándo lo harán.

Una vez aplazada la Eurocopa hasta 2021 en una decisión que ha supuesto un enorme sacrificio económico para la UEFA, tanto la Champions como la Europa League se encuentran a caballo entre los octavos y los cuartos de final.

En este sentido, <strong>el FC Barcelona es de los equipos que aún tiene pendiente la vuelta de octavos</strong> en la Liga de Campeones tras empatar en Nápoles (1-1), mientras que por ejemplo el Atlético ya está en cuartos tras noquear al campeón Liverpool.

Pues bien, según ha publicado este viernes por la tarde el diario ruso 'Sport Express' citando una fuente directa de UEFA, el organismo está trabajando en base a tres posibles escenarios como límite para la conclusión de la temporada.

El más optimista es el inicialmente planteado, consistente en reanudar la actividad a lo largo del mes de abril para que el curso concluya el 30 de junio, algo que no sería demasiado problemático ya sin Eurocopa ni Copa América.

Sin embargo, cada vez parece más complicado que se pueda jugar antes de finales de abril y por ello la UEFA empieza a plantear la posibilidad de extender el curso hasta el 31 de julio.

Incluso el máximo organismo del balompié europeo estaría dispuesto a que la campaña 2019-20 no concluyese hasta el 31 de agosto, lo que supondría alterar notablemente los planes para la 2020-21.

"La UEFA ya ha hecho el mayor sacrificio por el buen del fútbol y de la sociedad. El sacrificio ha sido mucho mayor que el beneficio", comentó recientemente su presidente Aleksander Ceferin.

Tanto si la temporada acabase a finales de junio o de agosto, los clubs tendrían que hacer frente a un<strong> importante problema: los contratos</strong>.

¿Imaginan una final de Champions entre el Barça y el PSG por ejemplo el 28 de agosto si un mes antes se anunciase el regreso de Neymar a la entidad azulgrana? ¿O qué sucedería con los jugadores cuyos contratos expiran el 30 de junio? 

Es decir, demasiados problemas por resolver y lo peor de todo es que no hay ninguna certeza. Se trabaja en base a hipótesis y la situación, lejos de mejorar, se agrava.