Los jugadores hicieron la cama a Ronald Koeman

El día que Quique Sánchez dejó el banquillo de Mestalla se despidió con un "me voy, pero me he quitado un gran peso de encima". Llevaba mensaje. Siempre se ha dicho que si un entrenador tiene a la plantilla en contra o a sus pesos pesados, está muerto deportivamente. No tiene futuro en ese equipo y lo mejor que puede hacer es marcharse.

Y es lo que ha hecho Ronald Koeman en el Valencia, aunque, eso sí, contra su propia voluntad, pero consciente de que era la mejor solución para él y su cuerpo técnico, que ahora podrán disfrutar de un botín de 12 millones de euros, cifra extraoficial del finiquito global de Koeman, José Mari Bakero y Bruins Slot.

La llegada de Voro ha dado otro aire a un equipo que en San Mamés asustó a su afición con aquel 5-1 humillante que le colocaba a dos pasos de Segunda. ¿Cómo es posible que un equipo que gana la Copa puede dar cuatro días después un espectáculo tan vergonzoso como el ofrecido ante el Athletic? Aquello olía mal, muy mal. Tan mal que más de un directivo puso en tela de juicio la profesionalidad del equipo. No entienden el cambio de actitud de unos futbolistas que se dejaron el alma en la final copera y su bochornosa actuación días después en un partido crucial para la salvación del equipo.

Los directivos en cuestión utilizan la expresión 'hacer la cama' al técnico tan usada en el mundo futbolístico y comentan situaciones concretas pero no se atreven a dar nombres propios por miedo a que el 'off the record' salga a la luz publica con pelos y señales de los denunciados. Dicen que el holandés oyó comentar cierto día en el vestuario a varios jugadores "a éste nos lo tenemos que cargar" y a partir de ese momento el técnico sacó el hacha de guerra y comenzó a cortar cabezas. Lo cierto es que el paso del holandés por Valencia ha sido doloroso. "Menos mal que, por fin, se ha ido", "Con Koeman no he aprendido nada o " Nunca fue claro conmigo" pronunciadas por algunos jugadores reflejan el recuerdo que dejó en Mestalla. n