La cruda realidad de los clubes de fútbol no profesional en España

Ayer miércoles la RFEF daba a conocer como quedan dispuestas todas y cada una de las competiciones que están bajo su amparo en cuanto a la finalización de la presente temporada 2019-2020 como mirando a la campaña 2020-2021. 

Una decisión adoptada en la Comisión permanente de Territoriales que debe ser refrendada este jueves en la reunión de Junta Directiva prevista para primera hora de la tarde y que entraran en vigor desde mañana mismo, una ve que sean aprobadas por la Comisión Delegada. Procedimiento que está respaldado por la Orden del CSD hecha pública el pasado martes donde relativa a las competiciones estatales no profesionales 2019-2020.

En la misma, como ya expusimos ese mismo día en el diario SPORT, otorga toda la potestad a la distintas federaciones y sus comisiones delegadas. Textualmente dice lo siguiente: "Que en virtud del artículo 16, Real Decreto 1835/1991, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas Españolas, y de acuerdo con las funciones que éste les atribuye en lo relativo a la modificación de calendarios y reglamentos, sean las comisiones delegadas de las federaciones deportivas españolas las que asuman la competencia para conocer y resolver cuantos aspectos se susciten, en relación con las ligas regulares no profesionales organizadas o cuya titularidad corresponda a dichas entidades".

Esta potestad implica la determinación de las ligas regulares no profesionales que no se hayan dado por finalizadas deben o no reanudarse. En el supuesto de reanudarse las ligas regulares no profesionales, la determinación del momento y formato en el que proceda llevarse a cabo como sucede en la segunda B, Tercera o el fútbol sala. En el caso de no reanudarse, o pese a reanudarse y no ser posible su conclusión, la determinación del orden clasificatorio y, en especial, la fijación de ganadores. En el caso de no reanudarse, o pese a reanudarse y no ser posible la normal conclusión, la determinación del régimen de ascensos y/o descensos para la siguiente temporada. Así como la determinación de otras cuestiones que guarden relación con los aspectos apuntados en los apartados anteriores, y en general sobre cualesquiera otros aspectos que en el ámbito deportivo-competicional afecten a las ligas regulares ante posibles incidencias o supuestos derivados de la situación generada por la crisis de la COVID-19.

Como reza el documento oficial del CSD: "Dichas disposiciones serán motivadas y se adoptarán, y debidamente publicadas para su general conocimiento, sin perjuicio de su notificación a las entidades que resultasen interesadas o afectadas por las mismas. Las mismas se acordarán atendiendo a criterios de objetividad, integridad, justicia deportiva y resultados competitivos"

Una vez que están ya ha sido adoptadas, y a la espera de la Junta Directiva y la citada Comisión, surge la duda de a quien pueden recurrir todos aquellos clubes que se sientan perjudicados por esta decisión. Según el dictamen del CSD, "las resoluciones de la Comisión Delegada que guarden relación con la aplicación de lo dispuesto en la presente resolución agotarán la vía federativa. Frente a las citadas resoluciones, únicamente en la medida que afecten al marco general de organización de las competiciones federadas oficiales de ámbito estatal, podrá interponerse el correspondiente recurso de alzada ante el Consejo Superior de Deportes de conformidad con lo previsto en la legislación vigente".

Según esta redacción, los clubes no podrán reclamar sus situaciones personales derivadas de este cambio en la competición ante el CSD, lo que hagan tendrán que hacerlo amparándose en ese cambio en el formato de competición: "aquellas que afecten al marco general de la organización" . En el resto de los casos los clubes deberán realizar su reclamación vía de la justicia ordinaria. En este caso por la contencioso administrativa. 

La propia AFE dejaba abierta una puerta a esta situación en su escrito donde recordaba que el Reglamento de la RFEF no prevé la modificación de las reglas de juego que se pretende ejecutar. El artículo 188 establece que "en caso de fuerza mayor (como es el caso) o circunstancias excepcionales, la RFEF podrá suspender total o parcialmente las competiciones, así como prorrogar o reducir los períodos de inscripción". Pero nada habla de modificar las normas de competición o las bases de la competición de la temporada en curso. Algo que la Comisión Delegada podría subsanar mañana si en reunión de mañana primero modifica las bases de la competición aprobadas a principio de temporada y luego ya aprueba las nuevas. 

Veremos pues que suceden en las próximas fechas porque parece que es la intención de algunos clubes, que se sienten perjudicados por estas medidas acordadas por la RFEF, emprender las reclamaciones pertinentes. 

¿Es viable el formato de play off?

Y luego está la duda acerca de si es viable el formato de play off. Tanto en lo que afecta al que supone el ascenso a Segunda como el correspondiente de Tercera a Segunda B. La RFEF en su comunicado de ayer dejaba condicionada la disputa de estos play off a que tengan la autorización de las autoridades sanitarias. 

Pero que, de poder llevarse a efecto, genera una enorme complejidad a los equipos afectados porque les obliga a tener que retomar los entrenamientos, recuperar la forma y estar aislados hasta que llegue estos play off. Con todos los protocolos de seguridad, con os test correspondientes etc...y cuyos gastos recaen en los clubes directamente. Algo que en muchos casos es difícilmente soportables  porque no es comparable a lo que sucede en el fútbol profesional. ¿Y si luego hay un caso positivo justo antes de la celebración del play off?.

Un formato de competición que ha tenido que adoptar la RFEF para evitar que se les multiplicaran las demandas porque según ha podido saber SPORT el estamento federativo abogaba por dar por canceladas todas las competiciones. Así pues no es descartable que muchos de estos play off no se acaben disputando