Terremoto en el Calcio

Qque los días de Luciano Moggi como director general de la Juventus se han acabado no es noticia... pero sí lo es que podría acabar entre rejas, si las investigaciones de la Fiscalía de Nápoles contra él y contra su hijo Alessandro determinan finalmente su culpabilidad.

La Fiscalía napolitana investiga a Luciano Moggi, a su hijo Alessandro y a los socios que formaban parte en 2004 de la sociedad de representación de jugadores Gea World, por "asociación para delinquir destinada al fraude en competición deportiva". Las pesquisas forman parte de una investigación más amplia realizada en 2004 por los magistrados napolitanos por presuntos acuerdos en partidos. Aquel año, el administrador del Venecia, Francesco dal Cin, habló a los jueces de "una camarilla de árbitros controlados por la Gea", por lo que se determinó realizar las escuchas que han arrojado las presiones de Luciano Moggi sobre el estamento arbitral. "¿A quién nos mandarás esta semana? o "A Módena envíame a Consolo y a Battaglia", dice Moggi en sus conversaciones con Pierluigi Paretto, designador arbitral de la Serie A.

Además, podría ser incluido la próxima semana en el registro de los investigados por la Fiscalía de Roma, que está investigando a su hijo Alessandro, responsable de la Gea, por "competencia ilícita con violencia y amenaza".

Todos estos 'affaires' han ensuaciado el nombre de la Juventus, famosa en Italia por haberse aprovechado de los favores arbitrales durante décadas. Por ello, la familia Agnelli, dueña de la entidad 'bianconera', ha decidido prescindir de sus servicios cuando finalice la temporada.

El escándalo está causando estragos y Alessandro Moggi podría cerrar la Gea en mayo. Además, los cuatro colegiados de los que habla Luciano en sus llamadas -Paolo Dondarini, Paolo Bertini, Matteo Trefoloni y Antonio Dattilo- han sido apartados de los partidos de la jornada de hoy.

Conocido como 'El padrino del Calcio' o 'Lucky Luciano', su carrera está salpicada de escándalos. Empezó en la Roma -1979-, de donde pasó en 1980 a la Lazio, club que fue descendido a la Serie B y muchos de sus futbolistas sancionados por un escándalo de apuestas. Después, en el Nápoles, estuvo implicado en casos de dopaje -Maradona entre ellos-. En el Torino -de 1991 a 1993-, tras la quiebra de la sociedad se descubrió que uno de los conceptos del balance eran el dinero para regalos y prostitutas destinados a los árbitros internacionales que llegaban a Turín.

En fin, un escándalo tras otro de un Luciano Moggi que lleva años controlando el Calcio. Pero sus días de gloria han acabado.