Homenaje al fútbol sin ganador

Recital de juego y ocasiones entre Liverpool y Arsenal, en un encuentro que cumplió todas las expectativas generadas e incluso las superó. Un empate entre los dos primeros clasificados de la Premier League que bien pudo ser una victoria para cualquiera, pero los palos y el poco acierto de los jugadores nos privó de ver más goles en un partido memorable.

Un arranque frenético, con un auténtico huracán 'gunner' que atropelló a los locales en el inicio del partido con un vendaval de ocasiones, ya hizo presagiar lo que vendría unos minutos después. Era cuestión de tiempo que los de Arteta abrieran el marcador y lo hicieron a los cuatro minutos por medio de Gabriel Magalhaes, que aprovechó una falta colgada al área para dejar enmudecido al público de Anfield.

El Liverpool estaba completamente sometido ante un descarado Arsenal que salió con todo y obtuvo su premio. Pero si algo tienen los de Klopp es capacidad para levantarse tras un golpe. 29 minutos tardaron los 'reds' en lograr su primer remate a puerta, pero no necesitaron más que eso. Salah cogió el balón en su zona favorita, encaró a Zinchenko y destrozó la cadera del ucraniano antes de soltar un latigazo a la escuadra del palo corto, imposible para David Raya.

El golazo del egipcio devolvió a los locales y a todo Anfield al partido, pero la realidad es que las ocasiones seguían siendo de los de Arteta. Saka y Martinelli perdonaron las más claras de forma consecutiva, con un mano a mano del inglés y un remate del brasileño que, con Alisson vencido, no logró encontrar portería.

La madera frustra al Liverpool

El ritmo vertiginoso continuó durante la segunda mitad, con el Liverpool apretando los dientes y logrando igualar la intensidad y ocasiones del Arsenal, que perdió fuerza ante los de Klopp. Joe Gomez, que entró por el lesionado Tsimikas, estuvo a punto de hacer uno de los goles de la jornada, pero su remate se marchó muy cerca del palo.

El técnico alemán puso toda la carne en el asador y dio entrada a Darwin Núñez, Harvey Elliot y Gravenberch para continuar apretando y a punto estuvo de encontrar premio rápidamente. El joven jugador inglés, recién ingresado al campo, se topó con el poste tras un zurdazo que se envenenó tras rebotar en Gabriel.

Pero la más clara del encuentro llegó en un contraataque de manual del Liverpool, que se plantó con hasta cinco jugadores en el área del Arsenal y ante un solitario Rice en defensa. Alexander Arnold, con todo a favor, disparo con fuerza estrellando el balón en el larguero de forma inexplicable.

El empate deja al Arsenal líder de la Premier League con un punto de ventaja sobre el propio Liverpool y el Aston Villa. 'Reds' y 'gunners' demostraron en Anfield que lucharán por el título hasta el final.