Sin Cassano, esta Roma hace historia

En dos meses y medio ha pasado de mirar con recelo a los clubs de la parte baja a tocar la segunda plaza

A principios del mes de diciembre en el seno de la Roma se tuvo la conciencia clara de que Antonio Cassano tenía los días contados en el club. Ya no eran los problemas con su renovación. Más allá de eso, la grada del Olímpico se había hartado del 'Talentino' tanto como el propio vestuario y el traspaso se avecinaba como la única solución.

Seis millones de euros fueron suficientes para sacárselo (nunca mejor dicho) de encima y los que temían que su marcha acabase siendo un error histórico se frotan hoy las manos con el negocio. Cassano jugó su último partido a las órdenes de Luciano Spalletti el 11 de diciembre y la Roma cayó en casa (1-2) ante el Palermo. Insultado y abucheado por la afición, el jugador se 'borró' del equipo a partir de ese día y comenzó a forzar su traspaso al que acudió presto (a pesar de la opinión contraria de Sacchi) el Real Madrid. Desde aquel día, las cosas han cambiado, y no poco, en la Roma. Igualó a la siguiente jornada en Génova ante la Samp y cuando se negociaba el precio de venta del jugador al Real Madrid, el equipo inició su espectacular remontada. Goleó al Chievo por 4-0 y despidió el año con un mejor sabor de boca. Traspasando al 'Talentino' al Madrid y confiando en un 2006 mejor que ese 2005 para olvidar.

Y, desde luego, mejor no le han podido ir las cosas al conjunto romano. Fue enlazando triunfos y escalando posiciones en la clasificación de la Serie A hasta alcanzar las diez victorias consecutivas en la Liga ante el Empoli (1-0). Con ello igualaba la marca histórica de Juventus, Milan y Bolonia...

Pero el domingo alcanzó la gloria. Consiguió su undécimo triunfo seguido en la Liga, lo que ya es el récord absoluto en la Liga italiana y lo hizo en el mejor escenario y ante el mejor rival posible. Fue en el derby capitalino ante la Lazio. Se impuso por 0-2 a un rival al que no ganaba como visitante desde hacía cuatro años y aumentó así la euforia entre una hinchada que desde la marcha de Capello vivía en continuo estado de depresión.

Ni la lesión de Totti, que puede no reaparecer esta campaña, borra hoy la sonrisa a una Roma que sueña despierta con mantenerse en puestos de Champions y, porque no, alcanzar incluso la segunda plaza que hoy posee el Milan. Hace apenas dos meses y medio nadie habría considerado seria esta aspiración. Por aquel entonces el equipo malvivía en la zona mediocre de la clasificación y soñar con Europa era poco menos que una utopía.

Claro que por aquel entonces Cassano era, todavía, jugador de la Roma...