argentina

Maradona: De la Mano de Dios, al gol más bello del Mundial

Camino de su segundo título de campeón del mundo, Argentina derrotó por 2-1 a Inglaterra en cuartos con dos tantos del ‘Pelusa’ hace tres décadas

josep coves

Que el gol más bello y el más polémico que haya marcado un futbolista en su carrera se haya producido en el mismo partido y, más aún, en un intervalo de cuatro minutos solo puede ser obra de un genio. Y eso es lo que ocurrió hoy hace 30 años cuando Diego Armando Maradona firmó en dos acciones casi consecutivas los que están considerados los goles que más han marcado la trayectoria del mejor futbolista del último cuarto del siglo XX.

Enfundado en la 10 albiceleste, frente a Inglaterra, en los cuartos de final del Mundial de México 1986, Maradona fue el autor de un gol de auténtica pillería cuando sorprendió a Peter Shilton ganándole la partida por alto al rematar el balón con el puño. Un gol marcado “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, según reconoció el propio Maradona tras el partido, en el que dejó para la posteridad una obra de arte hecha fútbol.

El segundo de sus goles, con el que se redimió del que previamente había marcado con la mano, lo anotó después de conducir el balón desde su propio campo hasta la meta contraria sorteando a cuantos jugadores ingleses se le pusieron por delante. Sin duda, el mejor gol que se ha visto nunca en la historia de los mundiales.

“No toqué el balón. Me hubiera encantado hacer el último toque, solo para negarle su gol. Habría marcado el mejor autogol de la historia del fútbol”, reconoce Terry Butcher, que era uno de los centrales de Inglaterra.

GOL EXTRAORDINARIO

En el estadio Azteca de México, donde aquel día se concentraron 114.580 espectadores, hay una placa que rinde homenaje a Maradona “por su extraordinario gol anotado en el partido Argentina-Inglaterra con el cual pasaron a las semifinales”. Aunque la placa no precisa cuál es el gol extraordinario no cabe duda de que cualquiera de los dos merece tal calificativo por lo singular en su ejecución.  

Con los dos goles de Maradona, Argentina derrotó por 2-1 a  Inglaterra para iniciar el asalto final al título tras sus victorias contra Bélgica (2-0), en semifinales, y Alemania (3-2), en la final.

La duda que siempre ha quedado es qué hubiera pasado si el árbitro hubiese invalidado el primer gol en el minuto 51, como debió hacer. Nadie lo sabe. Ni el propio colegiado, el tunecino Ali Benneceur, quien todavía hoy defiende su decisión al señalar que lo dio por bueno porque el juez de línea, el búlgaro Bogdan Dotchev, corrió al centro del campo.

Al final del partido, el inglés Peter Reid recuerda que hubo una pelea en el túnel de vestuarios. “Estaban celebrando el triunfo ante nuestras caras”, se justifica.