Kendrick Lamar, el rey del nuevo rap, levanta a todo el Primavera Sound con su terremoto de flow

Un concierto que viajó por todos los límites del hip-hop desatando la locura entre el público

El rapero más ambicioso de su generación despertó el ritmo en el Parc del Fòrum

Kendrick Lamar, el rey del hip-hop, levanta a todo el Primavera Sound con su terremoto de flow

Kendrick Lamar, el rey del hip-hop, levanta a todo el Primavera Sound con su terremoto de flow / Sharon López

Sandra Artuñedo

Sandra Artuñedo

España no es un país amante del hip-hop, las masas viven acostumbradas al rock, pop, funk… que han gobernado durante siglos, aunque una tradición puede ser fácil de cambiar. Si te visita el rapero más ambicioso de su generación, el público enloquece. 

Kendrick Lamar se impuso como el rey del rap la noche del viernes en el Primavera Sound. Conocido por ser el mejor, nada más oír su nombre una multitud entusiasmada se desató. 

Segundos después de la mítica actuación de Depeche Mode, los técnicos ultimaban los preparativos para Kendrick y el público se movía y avanzaba como una masa para estar más cerca del escenario de Estrella Damm, donde iba a ocurrir la magia. 

Entraron en acción, los bajos y la batería, lenta y pesada, acentuando el ritmo para que hasta el más arrítmico lo captase, 'Purple Hearts' ya estaba lista para hacer vibrar a todo el escenario, que convirtió a los fans en una mole uniforme que solo botaba y alzaba los brazos a ritmo del soberano del hip-hop.

En el momento más dulce de su carrera, Lamar se ha convertido en la referencia ineludible del nuevo rap: el hip-hop de Kendrick no tiene límites y ha conquistado también al público español.

El californiano ofreció la noche del viernes, la versión más minimalista de su gira ‘Big Steppers’; vestido con un chándal azul cielo, gorra, gafas y un pañuelo a modo de turbante, el show del rapero de todos los tiempos daba inicio, basándose en su disco ‘Mr.Morale & the Big Steppers’: un LP terapéutico construido a base de confesiones, contradicciones y relaciones. 

Telones cambiantes sobre la esclavitud negra, menos bailarines de los habituales y juegos de luces, fueron más que suficientes para que el flow de Lamar dominase su espectáculo.

EL NUEVO RAP DE KENDRICK LAMAR

Kendrick es la representación del nuevo hip-hop. No hay nada en él que recuerde a los grandes referentes del género, se trata de un señor más bien bajito, que no necesita demostraciones físicas, ni un gran énfasis sexual y son más que innecesarios los gestos obscenos para aludir a su maestría. Porque el de California sabe defenderse a golpe de una buena rima, rápida y elocuente, que mezcla con tonos melódicos, sin aparente esfuerzo, para crear la magia de este nuevo rap que gusta a todos.

Sin olvidar sus raíces, dándoles protagonismo al jazz y al soul, la música negra está presente en el rap de Lamar y consigue hacer botar al público levantando un imperio que lo mira atónito durante los 90 minutos de su actuación magistral.

Un cóctel musical se sirvió en bandeja de plata la noche del viernes, entre el público del Primavera Sound, donde Lamar recuperó piezas como ‘Bitch, Don’t Kil My Vibe’ casi en la parte final del show seguida de 'Money Trees', una de las más aclamadas por el público que reconocía los acordes de cada tema con la misma simultaneidad que el artista abrazaba el micro. 

La actuación estuvo repleta de todos su éxitos: destacaron temas como ‘King Kunta’ que daba voz a la esclavitud negra presente en prácticamente toda su carrera, le acompañaron también grandes de su nuevo disco como 'Count Me Out' o 'Die Hard' para dar paso a un gran cierre marcado por ‘HUMBLE’ como no podía ser de otra manera, donde todo el público se unió para saltarla y corearla al unísono, bajo la mirada atenta, humilde y emocionada del rey del rap: un señor bajito vestido con un chándal azul.