El Villarreal alcanza su 'cénit' en San Petersburgo

El Villarreal se gusta en Europa

 El submarino amarillo venció por 1-3 al Zenit en la ida de los octavos de final / MEDIAPRO

Jonathan Moreno

Europa es una terapia psicológica para el Villarreal. Así lo volvieron a demostrar en el Krestovski de San Petersburgo los entrenados por Javi Calleja. Lejos de los fantasmas ligueros que amenazan con el descenso, los 'groguets' escenificaron un partido de manual ante el Zenit. Baño, masaje y sesión de diván para lo que se avecina. 

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Europa League

1
3
Alineaciones
Zenit
Lunev; Smolnikov, Ivanovic; Rakitskyi, Kuzyaev; Mak (Shatov, 73'), Ozdoev (Zabolotnyi, 88'), Barrios, Driussi; Dzyuba, Azmoun (Hernani, 75').
Villarreal
Andrés Fernández; Miguelón, Álvaro, Funes Mori, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Fornals (Cazorla, 78'), Iborra, Morlanes (Cáseres, 73'); Gerard (Bacca, 85'), Chukwueze.

En la primera parte, apenas cometieron dos errores y uno de ellos desembocó en el gol de Azmoun. Antes, el propio jugador iraní había malogrado un mano a mano con Andrés Fernández. El portero murciano abrió los brazos y se agigantó lejos de la portería, como intentando ahuyentar a un depredador en la sabana africana. La acción inyectó moral a sus compañeros, que encontraron el camino del gol superada la media hora. 'Gilicórner', Chukwueze la pone al segundo palo desde la derecha, Funes Mori gana el salto y Vicente Iborra cabecea sin contemplaciones a la red. 

Pero la alegría en casa del pobre dura poco. Un minuto después Azmoun lograba el equilibrio. Andrés metió una manopla espléndida a cabezazo de Dzyuba, el balón cayó franco a Mak y su disparo mordido lo empujó el iraní, que se encontraba brazos en alto reclamando que la pelota había rebasado la línea en la acción de su compañero. 

¡Al fin, Gerard!

La indolencia de los rusos fue gasolina para el Villarreal. Posesión apabullante para los de Javi Calleja. Por fin este equipo se parece a lo que el madrileño imaginaba en su libreta. Abrió brecha superada la hora el cuadro de La Cerámica. Centro medido, preciso, formidable de Pablo Fornals desde el costado izquierdo para que Gerard Moreno, con una suave peinadita, rompiera su maleficio con el gol. El de Santa Perpètua no veía puerta desde el duelo liguero ante el Huesca, allà por diciembre.

La guinda al pastel la puso Morlanes, que ayer se doctoró en su primer gran noche europea. El aragonés cazó un rechace de la defensa rusa para enganchar un potente derechazo que se alojó en la portería pese a que Lunev rozó el cuero en su estéril estirada. Control y más control. Toque y más toque para consumir el encuentro.