Punto agridulce en el Sánchez Pizjuán

Jonathan Moreno

Pintaban bastos sin Raúl de Tomás. Pero el Espanyol demostró en Sevilla que puede vivir (un poco) sin su ‘killer’. Nueva dosis de ilusión con un punto en territorio, sobre el papel, hostil y complicado de conquistar. La controvertida expulsión de Víctor Sánchez con 1-2, determinante

Abelardo no tiró de ingenio. Ni modificación táctica ni experimentos en el lateral izquierdo. El asturiano tocó lo indispensable. Pedrosa, Víctor Sánchez y Wu Lei, titulares. Jugador por jugador. Desde su llegada al RCDE Stadium, el Espanyol empieza los partidos como un tiro. Mordiendo arriba. Presionando. Es una consigna innegociable. 

Darder se enfundó el traje de capitán general. Galones para el balear, que buscó la movilidad de Wu Lei en ataque. Otro que no repara en esfuerzos. Eso sí, muchas veces carece de la pausa necesaria y comete errores para echarse las manos a la cabeza. El asiático mandó al limbo una excelente combinación coral. Pase al rival. Y en el contragolpe, 1-0. Si a un equipo del talento y la velocidad del Sevilla le das metros. No hay santos suficientes en el santoral a los que encomendarse. Suso recibió el balón en transición, levantó la cabeza y le regaló con la zurda el gol a Ocampos. El remate del argentino, canela fina.

Decayó el ritmo. La matinal se puso ponzoñosa, resacosa. Y lo aprovechó el cuadro blanquiazul -hoy de verde- para crecer. Desde el balón y su trato cuidadoso llegaría el equilibrio. Marc Roca filtró un pase hacia Calleri y el argentino, que tardó una eternidad en ejecutar la acción de disparo, fue derribado por Sergi Gómez en el alféizar del área. Cordero Vega no vio nada punible. Desde el VAR, sí. El colegiado cántabro acudió al monitor para comprobar si era expulsión del defensor catalán y rectificó su primera decisión amonestando y señalando una falta clamorosa. Embarba disparó entre la barrera y puso el empate en un frenético Pizjuán. Pitos en todas direcciones. Árbitro, futbolistas, banquillo...

Sufrimiento final

Hizo lo más difícil la escuadra perica. En una acción de fútbol directo se colocó por delante en el tanteador. Diego López sirvió una falta desde terreno propio, Calleri peinó y Wu Lei, tras acomodarse el balón de forma magistral y sonrojar a Reguilón, definió con la diestra por encima de Vaclik. Pim, pam, pum. Premio a la insistencia para el ariete asiático. 

Llegaron entonces los mejores minutos espanyolistas. El Sánchez Pizjuán recriminaba a sus futbolistas falta de actitud. Lopetegui movía el olivo con numerosos cambios. Agotó los tres el guipuzcoano con casi media hora por disputar. 

Sin embargo, el protagonismo volvería a ser para Cordero Vega. En una acción donde no se aprecia contacto de Víctor Sánchez sobre En-Nesyri, el trencilla mandó a la ducha al de Rubí. La agonía había llegado para instalarse. Abelardo pobló la defensa. Protegió a Diego López con una línea de seis, pero ni así. Suso retó a Pedrosa, que le concedió su pierna zurda - la buena- para que el gaditano igualara colándola junto a la cepa del poste. Un punto que sabe a poco.