Los focos apuntan a David Gallego

El vestuario blanquiazul, contagiado de alegría

El vestuario blanquiazul, contagiado de alegría / AFP

Jonathan Moreno

Ni conquistar Rusia ha servido para apaciguar los ánimos de la masa social espanyolistas. Muchos pericos de pro mascullaban entre dientes tras el 0-2 del jueves ante el CSKA. No les convence David Gallego, ni tan siquiera en las victorias.

Mal que pese a sus detractores, el de Súria sigue ejecutando las órdenes a una tropa que está, al menos de puertas hacia fuera, a muerte con su míster. Para muestra, el abrazo en el que se fundieron Gallego y Wu Lei cuando el asiático anotó el 0-1 en Moscú. El catalán no se casa con nadie, apuesta por la meritrocracia y eso le ha permitido ganarse la complicidad del vestuario

En Palma tendrá el equipo otra oportunidad para consolidarse y, de paso, prolongar la brillante dinámica lejos de Cornellà. Dos empates y dos victorias cosechados desde que el técnico asió las riendas del primer equipo. El Espanyol encuentra el calor lejos del hogar.

Rotaciones forzadas

La ausencia del vallisoletano Fernando Calero abre de par en par las puertas del once a Naldo. El central brasileño formará tándem con David López, que sumará su primera titularidad en Liga tras estrenarse en Europa. En el carril derecho, el ‘capi’ Javi López daría descanso a Corchia. Mientras que Melendo ocuparía un puesto en la medular en detrimento de Esteban Granero.

La última modificación respecto al duelo ante el CSKA sería Víctor Campuzano. La lesión de Ferreyra y las molestias de Jonathan Calleri permitirían al canterano disfrutar de minutos, tal y como hizo en Rusia. Nueva oportunidad del delantero barcelonés de reivindicar con goles mayor presencia en el equipo. Sergi Darder volvería a ser el gran damnificado en el regreso a su tierra. El de Artà no está fino.

Enquistado en la zona de descenso se encuentra también el Mallorca. Vicente Moreno, artífice de dos ascensos consecutivos, está en la picota. Situación peliaguda para el valenciano. La Primera División no hace prisioneros.