Joan García se doctora en San Mamés

El joven guardameta fue de lo poco destacado del Espanyol en su visita a La Catedral en la Copa

El canterano cuajó un gran partido en su debut en un gran escenario, demostrando que el conjunto blanquiazul tiene portero para rato

El guardameta del Espanyol, Joan García, atrapa un balón durante el partido de octavos de la Copa

El guardameta del Espanyol, Joan García, atrapa un balón durante el partido de octavos de final de la Copa

Marc Marín

El Espanyol se llevó una merecida derrota en San Mamés que le echó de la Copa tras completar un muy flojo partido y ser dominado de principio a fin por un equipo muy superior. Lo único positivo que Diego Martínez puede extraer de los octavos del torneo del KO es la magnífica actuación bajo palos del joven guardameta Joan García y el excelente trabajo en el pivote de Vinicius Souza.

El brasileño ya ha ido demostrando en varias ocasiones que es un futbolista con mucho futuro por delante, siendo uno de los mayores recuperadores en lo que llevamos de Liga. No puede decir lo mismo Joan García, que no goza de minutos en la competición regular con un Álvaro Fernández ya fijo y un Lecomte que comenzó como titular.

El joven canterano blanquiazul está en la rampa de salida en busca de una cesión que deje satisfecha a las tres partes involucradas. Al propio jugador para tener minutos, al Espanyol para que una de sus piezas de futuro pueda seguir creciendo y al equipo de destino, que contaría en sus filas con un guardameta que ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la Selección española.

Pese a buscarle una solución a su situación, Diego Martínez quiso que él fuese el titular ante el Athletic tras serlo anteriormente en dieciseisavos contra el Celta en casa y en la ronda anterior ante el Atlético Paso.

Primer partido en un gran escenario

Si bien la eliminatoria ante el conjunto gallego era considerada de alto nivel al ser la única entre dos equipos de Primera, no ha sido hasta octavos de la Copa de 2023 cuando Joan García ha podido demostrar lo que es en un gran escenario, un siempre complicado San Mamés, sobre todo si hablamos del torneo fetiche del Athletic Club.

Contra los leones, se mostró muy confiado, sobre todo en la salida ante centros laterales, dejó buenas sensaciones con hasta ocho paradas y otorgó seguridad a los centrales, algo que ha faltado en muchos partidos del Espanyol este curso.

Sin embargo, Diego Martínez quiso ser cauto en rueda de prensa: “Estoy contento y le doy la enhorabuena, pero creo que no hay que ser tan emocionales en los picos de forma. Es cierto que ha habido una mejora respecto al año pasado, pero ni había que crucificarlo antes ni hay que volverse loco ahora”. Parece que el Espanyol tiene portero para rato.