Los dolores de cabeza de Machín

Pablo Machín exige más a sus jugadores para salir del pozo

Pablo Machín exige más a sus jugadores para salir del pozo / EFE

C. F. Sainz

Vio el técnico perico echado por tierra todo el trabajo realizado hasta el momento en San Mamés. Pablo Machín se había centrado en fortalecer la zaga, pero el equipo volvió a cometer errores en defensa después de tres buenos partidos.

Fue el tercer encuentro en el que el Espanyol encajó tres dianas en competición liguera, el primero a domicilio. Los blanquiazules han encajado 18 dianas y tan solo el Levante (19) y el Betis (21) tienen registros peores.

Pero la zaga no es lo único que preocupa al técnico soriano. El Espanyol tiene un claro problema en ataque y únicamente ha marcado cinco tantos en 11 jornadas, goles de los cuales solo uno ha llegado de las botas de un delantero, Facundo Ferreyra.

La hinchada perica solo ha visto en el coliseo espanyolista una diana, pero fue obra de un rival en propia puerta. Machín ha dejado entrever que hay que reforzar la delantera en el mercado invernal, pero el club ha frenado su ímpetu por medio de García Pont. “No podemos tirar la casa por la ventana”, dijo el vicepresidente, que aludió a la cercanía del límite salarial para rebajar las expectativas y las ilusiones que se generaron en la afición tras las palabras del míster.

REACTIVAR A JUGADORES

Hay futbolistas que no acaban de encontrarse. Víctor Sánchez reconoció tras el duelo ante el Athletic que “hemos estado mal” y que “se han acabado las excusas”. El equipo no estuvo a un buen nivel y hay jugadores que han bajado claramente su rendimiento respecto al pasado curso.

Naldo, que falló en el primer y el tercer gol ante los rojiblancos, suma varios encuentros por debajo de sus posibilidades. No es el único, puesto que Marc Roca no ha vuelto a ser el mismo desde que se proclamó campeón de Europa con España Sub-21 y Darder se encuentra muy lejos de su mejor forma. Melendo tampoco está respondiendo a las expectativas puestas en él tras su gran temporada pasada y Wu Lei ha perdido ese desequilibrio que le caracterizaba.

No puede hacerse esperar más el primer triunfo en casa. Son cinco derrotas en el mismo número de partidos ligueros disputados como local, algo que tan solo ha sucedido en una ocasión en la historia del club: en la campaña 1992-93, en la que el equipo acabó dando con sus huesos en Segunda División. El Espanyol, si no puntúa contra el Valencia, superará dicho récord negativo. Para no hacerlo, necesita la mejor versión de todos. No solo de Vargas y de los ‘niños’ Víctor Gómez y Campuzano.