Olimpismo

Vladimir Putin 'purgó' a Mutko por el escándalo del dopaje en Rusia

Vladimir Putin, presidente de Rusia, relegó de sus funciones a Mutko

Olimpismo

A Putin no le tembló el pulso a la hora de purgar a su ministro de deportes / AFP

Carlos R. Galindo

Vladimir Putin, presidente de Rusia, volvió a hacer gala de su peculiar estilo -bien aprendido de sus tiempos en la KGB- y purgó con elegancia a uno de sus más fieles colaboradores, Vitali Mutko, que hasta este miércoles ocupaba el cargo de ministro de los Deportes de ese país. El desencadenante de la decisión fue el escándalo internacional que se produjo cuando se destapó el aluvión de casos de dopaje en el deporte ruso, por lo que los atletas de esa nacionalidad fueron excluídos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Mutko, que accedió al cargo en 2008, será sustituido por su viceministro, Pável Kolobkov, campeón olímpico, mundial y europeo de esgrima.

Al mismo tiempo, Mutkó, que también ostenta la presidencia de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR), asumirá a partir de ahora el cargo de viceprimer ministro del Gobierno a cargo de asuntos relacionados con el deportes, la juventud y el turismo.

En principio, en su nuevo puesto se encargará de supervisar la organización de la Copa Confederaciones de 2017 y el Mundial de fútbol de 2018.

En el ojo del huracán

Persona muy próxima a Putin desde hace 25 años y antiguo presidente del Zenit de San Petersburgo, Mutkó fue puesto al pie de los caballos por la prensa internacional cuando se difundieron las acusaciones de dopaje de Estado contra Rusia.

Aunque no fue acusado directamente en el informe McLaren encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), sí es mencionado en ese documento que responsabiliza a las autoridades y a los servicios secretos de crear un programa estatal para encubrir el consumo de sustancias prohibidas.

Mutko se negó a abandonar su puesto pese a las enormes presiones recibidas en los últimos meses por países como Estados Unidos o el Reino Unido, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), representantes de federaciones internacionales y asociaciones de deportistas. Finalmente fue su 'amigo' Putin quien le asestó el golpe de gracia.

El defenestrado ministro rechazó desde un principio todas las acusaciones que consideró parte de una campaña de presiones políticas externas contra el Kremlin, lo que valió una reprimenda pública por parte de Putin.

Criticado en su propio país

De hecho, el legendario campeón olímpico de biatlón, Alexandr Tíjonov, se dirigió al presidente ruso para que lo destituyera por negarse a combatir el dopaje, tras calificarlo de "analfabeto".

La propia Yelena Isinbáyeva, doble campeona olímpica de salto con pértiga, denunció que las autoridades deportivas no habían defendido como es debido al equipo de atletismo, que fue excluido de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Ante la mala imagen del ministro, Putin se vio obligado a crear una comisión independiente contra el dopaje encabezada por el miembro más veterano del CIO, Vitali Smirnov.

En un intento de mejorar la imagen del deporte ruso, Isinbáyeva también podría asumir a finales de año la dirección de la federación de atletismo; y Alexandr Karelin, tres veces campeón olímpico de lucha, la presidencia del Comité Olímpico Ruso.