La solidaridad y otros valores del Marathon Des Sables

El Marathon des Sables (MDS) o Maratón de Las Arenas es una de las carreras de aventura más importantes del mundo, realizada por primera vez en el año 1986

Cada año acoge a más de un millar de corredores procedentes de todo el mundo y la solidaridad es un eje fundamental de la prueba

El Marathon Des Sables, esfuerzo y solidaridad

El Marathon Des Sables, esfuerzo y solidaridad / Paula Fernández Ochoa

Paula Fernández-Ochoa

El Marathon des Sables (MDS) o Maratón de Las Arenas es una de las carreras de aventura más importantes del mundo, realizada por primera vez en el año 1986.

En ésta se recorren 250 kilómetros a través de dunas de arena, montañas y lagos secos del desierto del Sahara marroquí, a altas temperaturas durante el día –se pueden alcanzar los 50 grados ºC- y muy frías por las noches, durante 6 etapas de 30 a 90 kilómetros diarios, que hay que hacer en autosuficiencia –los participantes llevamos encima todo el material y comida que vayamos a necesitar-. 

Cada año acoge a más de un millar de corredores procedentes de todo el mundo. Pero es que detrás de esta carrera deportiva legendaria, hay un componente muy especial: la solidaridad y otros valores que no todo el mundo conoce y que, sin embargo, le dan aún más valor a esta carrera.

Porque el MDS es una prueba que exige un desempeño físico de un altísimo nivel pero es que, además, es una aventura humana en la que el corazón se convierte en el motor para seguir avanzando. Y no sólo por las interacciones entre los participantes o los más puros sentimientos de introspección que se despiertan, sino porque se recaudan fondos con fines solidarios para ayudar a organizaciones benéficas. El MDS es una aventura humana en la que el corazón se convierte en el motor para seguir avanzando.

Así, hace años, el fundador de la MDS, Patrick Bauer, constituyó la Asociación “Solidarité Marathon Des Sables” (SMDS) para promocionar la enseñanza de valores fundamentales y universales a través del deporte y actuar a favor de la infancia, de la alfabetización a mujeres y de las poblaciones desfavorecidas del país.

La “Solidarité Marathon Des Sables” recauda fondos para promocionar la enseñanza de valores fundamentales y universales a través del deporte y actuar a favor de la infancia, de la alfabetización a mujeres y de las poblaciones desfavorecidas.

Son muchos los proyectos y acciones que se han desarrollado gracias a la SMDS, tales como la instalación de bombas solares para agua, la entrega de material escolar en las aldeas más retiradas, el desarrollo de una escuela integrada con espacio sanitario en el pueblo de Taright, regaderas con agua caliente mediante sistema solar, la construcción de un sistema de canalización de agua potable, un complejo artesanal para mujeres con espacios para talleres, clases, reuniones, el entro Deportivo Éveil Académie de Ouarzazate, el centro de la mujer Femmissima con cursos de apoyo sobre la educación infantil, higiene y salud, alfabetización, etc. 

Y no sólo a través de la SMDS, sino también de los propios retos solidarios por los que, además, corren algunos participantes de la mano de diferentes asociaciones sin ánimo de lucro.

Y este espíritu solidario, además de llevar su nombre en la última etapa, la “Etapa Solidaria”, se respira en toda la carrera pues los corredores, donantes y patrocinadores que participamos sabemos que con ésta se está ayudando a beneficiar a aquéllos a quienes la vida no les ha sonreído lo que debiera.

Los corredores, donantes y patrocinadores sabemos que detrás de cada dorsal hay una aportación para, a través del deporte, lograr un mundo mejor.

Con esta filosofía y razón de ser, detrás de cada dorsal se esconde una persona que no sólo luchará por terminar la carrera sino también para contribuir a hacer, a través del deporte, un mundo mejor.

Apenas faltan unos días para emprender el vuelo al Sáhara y vivir esta aventura. Y a medida que me empapo de todo lo que significa Sables en cuanto a valores, de la amistad que se teje, de la lealtad que une a todos los sableros y de este fondo solidario que le da aún más razón de ser, sé que cuando me flaqueen las fuerzas en mis piernas, mi corazón hará lo imposible por llevarme hasta el arco de meta.

¡La solidaridad es una prueba de ultradistancia que no debería terminar jamás!