¿Cómo prepararse para el legendario Marathon Des Sables?

Como cantaría el gran artista Pau Donés… depende. El Marathon Des Sables es una metáfora de vida y lo importante es hacerla y sentirla tuya

“¿Cómo prepararse para el legendario Marathon Des Sables?”

“¿Cómo prepararse para el legendario Marathon Des Sables?”

SPORT.es

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Hay dos factores determinantes para enfocar de una manera u otra la preparación del Marathon Des Sables. No me refiero a la logística imprescindible para esta gran aventura –material obligatorio y recomendado, comida, informes médicos, etc- pues es tan importante que merece capítulo aparte, sino a la preparación física y mental necesarias para mirar a los ojos a este gran reto y decir, ¡Sables, voy con todo!. Los he dividido en dos grandes bloques:

  • En primer lugar, el objetivo: ¿participas para competir –con el crono como compañero de viaje y cada detalle absolutamente milimetrado- o para acabarla –con las emociones en la mochila y un constante factor sorpresa de la mano-? He entrevistado a sableros que han vivido la prueba de una manera absolutamente diferente según la hayan planteado y, en función de tu decisión, sencillamente hay que ser coherente con ello. Y eso reconforta, el desierto nos acoge a todos, depende de ti cómo quieras disfrutarlo.  
  • En segundo lugar, el tiempo del que dispones para entrenar y tu estado de forma. Hay que ser ambicioso con los retos pero también realistas y sensatos. Trabajo en marketing, una especialidad en la que el slogan de “si quieres puedes” ha sido inspiración de muchas campañas. Pero no, no va conmigo. Creo firmemente que en el deporte, como en la vida, sí hay límites. Por supuesto que mi filosofía de vida tiene la competición y la superación como protagonistas, pero no para compararme con los demás sino para mi propio crecimiento, para batir los umbrales de mis incompetencias. En esta línea, en una reciente entrevista a Toni Nadal, le preguntaron si se podía conseguir todo con actitud. Y su respuesta fue un rotundo No, y explicaba que “claro que con actitud puedes ser mejor en lo que hagas, ¡en eso consiste la vida!, en trabajar e intentar crecer, pero no todos podemos ser el número uno”. Y Rafa Nadal remataba diciendo que “El esfuerzo y el proceso para luchar por tus sueños es lo que va a dar valor a la vida, más allá del resultado final. En el camino vas a aprender siempre cosas y tendrás la satisfacción personal de que hiciste todo lo que estaba en tus manos”. Por tanto, en la matriz de decisiones de cómo preparar Sables ten en cuenta tu disponibilidad y tu estado de forma y, a partir de ahí, traza un plan de acción ilusionante pero a la vez prudente. 

A partir de aquí, sabiendo de dónde partimos y qué queremos conseguir, hay que preparar la parte física y la parte mental. ¿Cómo? 

La parte física

Son 250kms de autosuficiencia, en el desierto, en un terreno técnico –dunas, rocas, etc- y condiciones climatológicas extremas –calor infernal durante el día y frío por las noches como compañero de las comunitarias y sencillas haimas-. ¡Una prueba de otra galaxia! Por tanto, seas un corredor de los que vas a competir o de los que vas a acabarla, hay un común denominador que todos compartimos, y es que necesitarás:

  • Dos tipos de entrenamientos: (i) de volumen –de ir acumulando kilómetros, a un ritmo lento, para ir ganando resistencia muscular y no entrar o saber funcionar en fatiga-, y (ii) de fuerza, movilidad y estiramientos, para preparar bien los músculos y aumentar el rango de movimiento en las articulaciones. A partir de aquí y de los factores anteriormente mencionados, incluirás calidad en los entrenos –ritmo, cuestas, peso, etc-. 
  • Y siempre una dieta sana y equilibrada, con los suplementos que, en su caso y según tus necesidades, corresponda, que te permitan mejorar tu rendimiento deportivo y lograr tus objetivos.

La parte mental

Es una prueba deportiva muy dura que requiere ciertas condiciones físicas pero, además, es una prueba mental que requiere actitud. ¡Y ésta también se entrena! Tener actitud significa tener la disposición, ganas y deseos de querer algo, lo que implica disciplina, esfuerzo y trabajo. Aquí quiero incluir un gran matiz en el que muchas personas basan sus “excusas” para no cumplir ciertos entrenos. Estar motivado no significa que el ejercicio en cuestión que vas a hacer te apetezca. “Qué suerte, no te cuesta madrugar y salir a correr a las 6am”- me dicen. ¿Perdón? ¿Qué no me cuesta? ¡Mucho! Pero las ganas de lo que, gracias a ese entreno, voy a conseguir, son superiores como para no dar opción a esa pereza que te inmoviliza y deja en el banquillo. Lo que marca la diferencia en el deporte, ¡y en la vida!, es hacer las cosas cuando no te apetecen. Sí, soy de la vieja escuela de los valores grabados a fuego en la piel. Sables es muy exigente, tanto en el entrenamiento como en la propia competición, y la actitud hay que prepararla y alimentarla, con un enfoque siempre positivo, de aprendizaje, de ganar en cada paso que estás dando, y de coger hábitos que disminuyan la fuerza innata de la pereza. Celebra los éxitos que vas alcanzando, ¡sobre todo los más pequeños! Ten gratitud, aporta valor a tu círculo y retroaliméntate con su luz. Dicen que Sables es un porcentaje muy alto de preparación mental, así que ¡ahí estoy!, alimentando mi corazón y cabeza para que rindan cuando mis piernas no aguanten.

Sables, ¡qué ganas te tengo! No sé si lograré cruzar la meta y colgarme la medalla de finisher, pero por todo lo que ya estoy viviendo en el camino hasta llegar a ti: gracias, gracias por esta vivencia y por ayudarme a crecer.