El Guingamp tumba al Mónaco en los penaltis y deja a Cesc sin final

Mendy y Thuram firmaron los goles del Guingamp ante el Mónaco

Mendy y Thuram firmaron los goles del Guingamp ante el Mónaco / AFP

X. Serrano

La desdicha del Mónaco parece ilimitada. Ni el regreso de Leonardo Jardim al banquillo ni gozar de un 0-2 al descanso fueron argumentos suficientes para los rojiblancos, que vieron como el Guingamp empataba tras el receso (2-2) y se imponía en la definitiva tanda de penaltis. El cuadro bretón, colista de la Ligue 1 y verdugo del PSG en cuartos, disputará la final de la Copa de la Liga.

Noche funesta para Fábregas, que sigue sin conocer la victoria desde que llegó al Principado. Y ya van cinco oportunidades. Si bien es cierto que el de Arenys asumió la responsabilidad en el primer penalti y lo marcó por la escuadra, al centrocampista se le escapó por milímetros una volea a un minuto del final que habría evitado la lotería.

Una serie de lanzamientos en los que Marc-Aurele Caillard se erigió como héroe local. El portero suplente reemplazó al titular Johnsson en el tiempo añadido y atajó dos penaltis, propiciando el disparo ganador de Coco. El apoteósico final hizo justicia a la actuación del aguerrido conjunto bretón y al incansable aliento de su hinchada. 

Jamás se desanimó el Guingamp, ni siquiera cuando el Mónaco se distanció en el marcador con dos acciones aisladas. Primero, en un precioso disparo de tijera que se fabricó Rony Lopes, e, instantes después, en un contragolpe finalzado por Golovin con un zapatazo a la escuadra que sorprendió a Johnsson por el palo corto. A todo esto, los rojiblancos jugaban en inferioridad desde el 14' por una entrada temeraria de Vainqueur.

Respondieron los bretones después de cada golpe, más intensos y muy profundos por las bandas, hasta que encontraron su recompensa en un demoledor inicio del segundo acto. Mendy cazó un balón a la espalda de la zaga monegasca para reducir distancias en la primera acción tras el receso y, a renglón seguido, Marcus Thuram igualó el tanteo con un zurdazo desde la frontal. Por cierto, dato para los curiosos: el delantero se enfrentó en la segunda parte al  pivote de 17 años Khephren Thuram-Ulien, su hermano y también hijo de Lilian Thuram.