Rafa Benítez, tocado y hundido

El futuro de Rafa Benítez es una incógnita. Si su posición en el Real Madrid estaba tocada antes del clásico, después de la goleada que el FC Barcelona propinó al Real Madrid ante su propia afición lo ha dejado al borde del abismo. 

Benítez se encuentra en el centro del huracán. Aunque la afición madridista reparte las culpas entre el presidente Florentino Pérez, la actitud de la plantilla y las decisiones del entrenador, la posición del técnico es en realidad la más débil.

Las gradas del Bernabéu fueron implacables con su equipo. Empezaron silbando de forma apasionada cada intervención de Gerard Piqué y <strong>acabaron abucheando sin piedad a los suyos</strong>. 

Justo un día antes de la previa, el técnico madridista se había visto obligado a <strong>desmentir que los pesos pesados del equipo le exigieran un cambio de planteamiento</strong> táctico. Sin embargo, a pesar de negarlo, ya era 'vox populi' que <strong>el vestuario madridista no estaba de su lado</strong>. 

Este sábado incluso dio la sensación que los propios jugadores exageraban una actitud apática sobre el terreno de juego para debilitar todavía más la postura del entrenador. 

El clásico ha marcado un punto de inflexión. Ya no son solo los jugadores los que han perdido la paciencia con el entrenador, sino que la Junta Directiva ha perdido la confianza en Benítez.

Florentino Pérez evitó hacer declaraciones después del partido. Ni ratificó al entrenador ni le dio la estocada definitiva. Aún así, <strong>el nombre de Zinedine Zidane está sobre la mesa</strong> desde hace algunas semanas.

Benítez ha quedado tocado y hundido después del clásico. Con el desplazamiento de Champions para jugar contra el Shakthar Donetsk (este miércoles) en mente, el entrenador parece tener los días contados en el banquillo del Real Madrid.