El Leipzig, a octavos tras un agónico empate que desahucia al Benfica

El Leipzig, primerísimo de grupo, da el golpe de gracia al Benfica

 El empate entre Leipzig y Benfica deja al equipo alemán como sobrado primero de grupo y al Benfica, como último / MEDIAPRO

Roger Payró

No traten de entenderlo. Es fútbol. El Benfica demostró tener más vidas que un gato y puso contra las cuerdas al Leipzig con un 0-2 que le hacía depender de sí mismo para estar en los octavos. Sin embargo, un arreón final de los de Nagelsmann dejó el partido en unas tablas (2-2) que dan el acceso a la siguiente fase a los germanos y deja a los lusos desahuciados de la lucha. Forsberg con dos goles en el 90’ y 96’ neutralizó los de Pizzi y Carlos Vinícius. Mvogo evitó el 0-3 de De Tomás desde el centro del campo que habría cambiado la historia del grupo.

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Champions League

2
2
Alineaciones
RB Leipzig
Gulacsi (Mvogo, 64'); Klostermann, Ampadu (Mukiele, 56'), Upamecano, Saracchi (Schick, 70'); Sabitzer, Laimer, Demme, Forsberg; Nkunku y Werner
Benfica
Vlachodimos; André Almeida, Ruben Dias, Ferro, Grimaldo; Pizzi (Caio, 93'), Taarabt, Gabriel, Cervi (Jota, 98'); Chiquinho y Carlos Vinicius (Raúl de Tomás, 82').

La puesta en escena del Leipzig fue mejor y Forsberg y Werner las tuvieron para adelantar a los suyos antes del cuarto de hora. Pero cosas de este deporte, en el primer acercamiento manifiesto del cuadro visitante, bingo. Un centro de Taarabt contó con la ayuda de un mal despeje de Upamecano y Pizzi fusiló sin contemplaciones desde dentro del área.

El gol hizo mucho daño a los alemanes. Los de Nagelsmann acusaron el golpe y aunque dominaban el esférico lo hacían sin una buena gestión del mismo. Nkunku tuvo la opción de replicar el tanto de las ‘águilas’ pero el ex del PSG disparó al muñeco. Antes del descanso solo Sabitzer fue capaz de generar peligro en las inmediaciones de Vlachodimos. En una de ellas el griego le sacó una mano espectacular cuando se cantaba el gol. No podía lamentarse el cuadro germano, pues cuando moría la primera mitad Pizzi mandó un balón tocadito al larguero que habría sido una montaña muy difícil de escalar.

Arreón local

El Leipzig dependía de sí mismo para certificar el pase y tras el asueto apretó las tuercas a los lusos. Upamecano logró marcar, pero fue anulado por una falta previa de él mismo sobre Vlachodimos. Era el momento del Leipzig pero un error de Klostermann regaló un balón a Carlos Vinícius, que galopó directo hacia Gulacsi y lo superó con un disparo ajustado.

Sería la última aparición del meta magiar, pues cinco minutos después cayó lesionado en un choque fortuito. Entró Mvogo y su primera intevención valió para consumar el inicio de la remontada. Raúl De Tomás, que entró de refresco, disparó desde el centro del campo y el suizo se estiiró para desviar lo justo con la yema de los dedos e impedir uno de los goles del año.

Esta parada reactivó a un Leipzig que en los últimos minutos acosó al Benfica y acabó por encontrar el premio. En el 89’ Rúben Dias agarró a Schick dentro del área y Forsberg transformó la pena máxima. El Red Bull Arena entró en ebullición y los siete minutos que descontó Gil Manzano dieron alas a los locales. Werner, con la pólvora mojada, mandó un zapatazo fuera en el 93’ en lo que fue la antesala del agónico empate. El propio ariete puso un centro medido y Forsberg conectó un testarazo imposible para Vlachodimos. Locura absoluta en el Leipzig frente a un Benfica que acabó desconsolado. No le sirvió de nada su partidazo. Cosas del fútbol.