El día que el Nápoles se empezó a romper con el NO de Luis Enrique

De Laurentiis quería al técnico asturiano como primera opción tras la marcha de Spalletti

La apuesta del Nápoles por Rudi García fue caótica desde el primer día

Luis Enrique junto a Luis Campos durante su presentación en el PSG

Luis Enrique junto a Luis Campos durante su presentación en el PSG / EFE

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

El 29 de mayo de 2023 Aurelio de Laurentiis hizo público que Spalletti abandonaba el Nápoles tras proclamarse campeón de la Serie A. "Spalletti me dijo que había terminado un ciclo, que había hecho todo lo posible y me pidió un año sabático. Respetaré su decisión, a pesar del contrato", señaló el presidente. De Laurentiis lo sabía desde hacía días, hasta el punto que ya había iniciado conversaciones formales para firmar al futuro entrenador del flamante campeón del scudetto.

La lista de candidatos de Aurelio de Laurentiis siempre estuvo encabezada por un nombre propio. El presidente quería un entrenador con carácter, ambicioso y amante del fútbol ofensivo: era Luis Enrique. Su deseo no era otro que el de encadenar el adiós de Spalletti con la llegada de Luis Enrique. Sin embargo, su voluntad jamás se concretó en un acuerdo. Y eso que lo intentó hasta el final.

Hace solo unos días, el propio presidente del Nápoles confesaba dos verdades de esas que definen su carácter peculiar. La primera, su mala relación con Rudi García, que incluso le llevó a despedirle tras "enviarlo a la mierda". La segunda, que mantuvo una reunión "con el agente y el abogado de Luis Enrique" para intentar su fichaje.

A finales de mayo, Aurelio de Laurentiis citó en su palacio de Roma al agente de Lucho, Ivan de la Peña. Fue una reunión de lo más cordial pero que terminó sin acuerdo. Amablemente, y tras escuchar la propuesta del dirigente napolitano, Luis Enrique desestimó la opción de dirigir el nuevo campeón italiano.

Un revés que De Laurentiis palió con agilidad y, en principio, cierta solvencia. El 15 de junio, apenas dos semanas después que Luis Enrique diera el NO por respuesta, el Nápoles anuncia el regreso de Rudi García a la Liga italiana (anteriormente ya había dirigido a la Roma).

Los desencuentros entre el cuerpo técnico y la propiedad del club se produjeron a las primeras de cambio. Los resultados fueron desastrosos también desde el primer día y el 14 de noviembre se consumó otro gran desastre: la destitución de Rudi García.

El último capítulo de la debacle napolitana se vive en las últimas horas. Walter Mazzarri, el relevo de Rudi, ya es historia mientras que Francesco Calzona tendrá el reto de intentar devolver la estabilidad a un club de lo más convulso. Y todo ello con el Barça y el cruce de octavos de la Champions League de por medio.