El Bayern, un auténtico coco que esperaría al Barça en cuartos

El Barça primero deberá solventar la eliminatoria ante el Nápoles en el Camp Nou tras el 1-1 de la ida y todo indica que se enfrentará al Bayern en cuartos de final de la Champions. 

Los alemanes están virtualmente clasificados tras el 0-3 que le endosaron al Chelsea en el partido de ida. Los alemanes son un equipo temible. Han renacido esta temporada dando la alternativa a fichajes jóvenes y apostando por la veteranía de futbolistas como Lewandowski o Muller en ataque. Es un equipo muy bien acoplado y hecho para ganar el triplete esta temporada.

El Bayern ya ha hecho parte de su trabajo venciendo con solvencia en la Bundesliga y ganando con comodidad la Copa alemana. Ahora le queda el reto de la Champions, una competición en la que siempre parten como uno de los favoritos, pero se les acaba resistiendo. 

Su técnico, Hans Dietr-Flick ha conseguido moldear un once muy competitivo con un centro del campo que funciona bien y una defensa casi inexpugnable. Se trata de un equipo físico, pero que atesora muchísima calidad técnica de centro del campo hacia adelante.

Los alemanes no suelen jugar con un once tipo por la amplitud de su plantilla, aunque algunas variantes de Flick le han funcionado. Alaba ha ganado protagonismo como central o en el centro del campo, mientras que Davies es una de las revelaciones en el lateral zurdo. El centro del campo es una de sus claves con Kimmich, que ya ha dejado el lateral diestro, y Goretzka en la sala de máquinas. Arriba Müller y Lewandowki aportan gol y veteranía a un equipo que suele jugar un sólido 4-3-2-1, aunque tiene infinitas variantes en función del once titular elegido.

Philippe Coutinho, futbolista cedido por el Barça, ha ido de más a menos en el equipo. Comenzó jugando mucho pero se ha apagado hasta confirmar su retorno al Camp Nou. Sale de una lesión y, a priori, no estaría en el once tipo para la Champions. Quizás el gran handicap del Bayern es que llegarán a la Champions sin competir durante un mes. La falta de ritmo les puede pasar factura, ya que en Alemania ya ha acabado la competición.