El Milan crece con Ibrahimovic

Pese a dejar escapar este lunes los primeros dos puntos de la temporada ante la Roma, Zlatan Ibrahimovic y su Milan siguen sin encontrar su techo. Desde el regreso del sueco a San Siro el pasado enero, el cuadro ‘rossonero’ no ha hecho más que crecer. Los números hablan por sí mismos. Desde el reestreno del delantero el 6 de enero ante la ‘Samp’, el equipo de Stefano Pioli ha disputado 34 encuentros en todas las competiciones con un balance de 23 victorias, 9 empates y 2 derrotas. El Milan no pierde ningún partido desde el 8 de marzo.

Una éxito colectivo en el que sin duda Zlatan juega un papel central. En 21 partidos de Serie A, el sueco ha marcado 16 goles y asistido en otros cinco tantos. Sin embargo ha sido en la presente campaña que sus registros goleadores se han disparado por completo. En tres partidos, Ibrahimovic ha anotado seis dianas. Unos números que le sitúan como ‘capocannoniere’ del ‘calcio’.

La mano de Pioli

Pero el Milan va más allá de Zlatan y ahí radica el éxito de Stefano Pioli. El discreto entrenador depende en gran medida de su líder, pero no se ha olvidado de crear un juego coral a su alrededor. Un ecosistema que potencia al sueco, irremediablemente limitado en sus esfuerzos a los 39 años. Y que, al mismo tiempo, ha sabido exprimir la mentalidad ganadora del sueco para precipitar la explosión de un talentoso vestuario joven que parecía vivir atormentado por la sombre de lo que algún día fue el Milan.

Mentalidad ganadora

Y es que los números muestran muchas de las virtudes de Zlatan, pero ignoran otras. Porque el valor añadido del sueco en este Milan está siendo hacer crecer a sus compañeros. Un ejemplo es Rafael Leao. Ante la Roma el luso dio dos asistencias, las mismas que en los 34 partidos anteriores. Otro caso destacado es Hakan Çalhanoglu. A la espalda de Ibra, el mediapunta vive su mejor etapa desde que en 2017 recalara en San Siro. Cuatro goles y cuatro asistencias acumula en ocho encuentros.

Pero más allá de los casos individuales, es a nivel colectivo donde mejor se observa el crecimiento del equipo a nivel mental, de madurez. Ante la Roma, el Milan no pudo contar  bajo palos con Gigi Donnarumma. Los ‘rossoneri’ encajaron tres goles cuando habían concedido uno en las cuatro fechas anteriores, pero se levantaron tras cada golpe. Y otro dato revelador: el Milan no ha perdido ninguno de los ocho duelos en los que Ibra se ha ausentado desde su vuelta.