Zafarrancho ofensivo de un Bayern que deja deberes para Koeman

El conjunto bávaro logra una victoria de prestigio en una de las plazas más complicadas de la Bundesliga

El cuadro de Nagelsmann, eso sí, pierde por lesión a un Gnabry que pinta mal para el duelo en el Camp Nou

Lewandowski marcó por 14º partido seguido

Lewandowski marcó por 14º partido seguido / AFP

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Aviso del Bayern para el partidazo del martes en el Camp Nou. El conjunto bávaro se ha impuesto con autoridad a uno de los rivales más potentes de la Bundesliga, el RB Leipzig, y a domicilio. Sí, los de Nagelsmann han mostrado algunas debilidades (sobre todo en la parcela defensiva), pero sobre todo han desatado su potentísimo torrente ofensivo. El joven técnico (es un año menor que Neuer, por ejemplo), que se enfrentaba a sus ex, busca atacar con muchos efectivos y ser muy vertical. Esta tarde, sin duda, el sistema le ha funcionado.

Leipzig-Bayern

Bundesliga

1
4
Alineaciones
RB Leipzig
Gulacsi, Mukiele, Orban (Klostermann), Simakan, Angeliño (Gvardiol, 59'), Laimer (Haidara, 59'), Kampl, Nkunku, Dani Olmo (Forsberg, 59'), Szoboszlai y André Silva (Poulsen, 71').
Bayern
Neuer, Pavard (Stanisic, 75'), Upamecano, Lucas Hernández, Davies, Goretzka (Sabitzer, 59'), Kimmich, Müller (Sule, 75'), Gnabry (Musiala, 45'), Sané, Lewandowski (Choupo-Moting, 59').

Propuestas ofensivas y partido abierto en un arranque en el que el equipo de las bebidas espirituosas llevaba más el peso del juego, pero no lograba materializarlo en ocasiones claras. Pronto ha llegado el primer mazazo para los de Marsch en un penalti estúpido cometido por Kevin Kampl. El esloveno controlaba un esférico con el brazo dentro del área y, tras revisión del VAR, Aytekin no dudaba en penalizarlo.

Lewandowski, en su 14º partido consecutivo anotando con el Bayern (26 goles en estos 14 compromisos, una barbaridad), ejecutaba el 0-1 y silenciaba el Red Bull Arena. Era el minuto 11 de partido y a partir de ahí los locales intentaban reaccionar y responder al golpe moral que acababan de recibir.

El propio Kampl realizaba el primer disparo a puerta para su equipo en el encuentro, pero Neuer blocaba seguro. Poco después, Simakan aparecía providencial con un ‘tackle’ para cortar un envío de Lewandowski con el que Gnabry se relamía en el área pequeña. Una internada de Goretzka tras asistencia deliciosa de tacón del polaco (ojo a qué nivel llega al Camp Nou) a punto estaba de convertirse en el 0-2. La defensa lo evitaba. El sello de Nagelsmann es ya visible en un equipo muniqués que llega con muchos efectivos siempre. Fútbol vertical y ofensivo y, eso sí, menos sensación de control atrás que la que se tená con Flick.

GNABRY, RELEVADO POR MOLESTIAS MUSCULARES

La más clara para el conjunto de Leipzig era para Dani Olmo al filo del descanso. Tras recibir de cara de André Silva, el jugador formado en La Masia hacía lucirse a Neuer. Justo antes del ecuador, malas noticias para los bávaros. Gnabry se tenía que marchar lesionado con molestias musculares. Parece complicado que pueda estar el martes ante el Barça. Entraba por él Musiala (18 años), la joya de futuro de este Bayern. 

El paso por los vestuarios espoleaba a los bávaros, que salían en tromba y en menos de 10 minutos finiquitaban el encuentro. Primero, con un tanto de Musiala tras asistencia de Davies; después era el joven germano el que ejercía de asistente para que Sané empujara el 0-3. Castigo excesivo para un buen Leipzig. Entre los dos tantos, por cierto, gol justísimo anulado a André Silva por fuera de juego.

A la hora de partido Nagelsmann se permitió el lujo de dar descanso a Lewandowski y Goretzka. Ahí sí empezaba a pensar en el choque ante el Barça el joven técnico alemán, por el que, recordemos, el Bayern pagó 25 millones a su esta tarde rival.

Apretaban los locales y encontraban premio por fin con una zapatazo tremendo de Laimer que sorprendía a Neuer. 1-3 y más de media hora por delante. A todo esto, lamentable el estado del césped del Red Bull Arena, que se levantaba constantemente. No sería capaz el equipo local de recortar aún más esa diferencia; de hecho, el que la ampliaba era un Bayern que con el 1-4 de Choupo-Moting respiraba definitivamente tranquilo. Koeman tomó, seguro, buena nota.