¡A Andoni Gago le roban el triunfo, pero retiene el Europeo en Barcelona!

El boxeo se ha dado un patético tiro en el pie con una decisión que hace removerse los cimientos del deporte con un empate que nadie entiende en el duelo por el Europeo pluma que han disputado este viernes el vasco Andoni Gago y el británico Gavin McDonnell en la Vall d'Hebron de Barcelona.

La decisión es de las más vergonzosas de la historia de un deporte con demasiadas noches tristes. "Vaya robo", se escuchó mientras se retiraba el púgil español después de escuchar cómo le habían atracado. Al menos, el empate le permite retener el cetro continental.

Perfectamente llevado en la esquina por su entrenador Txutxi Valle y con la presencia del mítico Ricardo Sánchez Atocha (expreparador de Poli Díaz y de Javier Castillejo entre otros), Gago colocó dos izquierdas de manual en la ceja izquierda de McDonnell, provocándole un peligroso corte.

Fueron dos golpes clarísimos. Sin embargo, en la decisión arbitral del combate se habló de un "cabezazo involuntario" que solo vieron los árbitros. ¿Necesitan gafas o su decisión responde a otros intereses? Es decir, de una victoria por KO técnico a un nulo.

Menos claro, el segundo asalto también fue para el 'Machito', quien consiguió hacer crecer la brecha de su rival con otras dos buenas manos. McDonnell reaccionó en el tercero y trato de llevar la iniciativa con un par de derechas que se colaron en la cara del vasco.

Sin embargo, el 'Machito' volvió a la carga en el cuarto con un espectacular 'uno-dos' que obligó a parar la pelea. El médico permitió seguir al británico pese a la sangre que emanaba de su ceja. Al final, se paró y Andoni Gago celebró la victoria, aunque aún no sabía si sería por KO técnico o por puntos.

Ni una cosa ni la otra. El boxeo se hizo cruces cuando el 'speaker' leyó el 50-45 para el inglés. Después, un doble 48-48 permitió al bilbaíno retener su cinturón pluma por un nulo mayoritario.

Decisiones de este tipo hacen un daño enorme al boxeo, un deporte denostado de forma injusta que en ocasiones exhibe una lamentable capacidad para autofagocitarse. De vergüenza.