Alcaraz gana otra batalla en el Barcelona Open

Tuvo que volver a ponerse el mono de trabajo para superar a un rocoso Davidovich por 7-6 (5) y 6-4

El murciano sigue ganando pero sin encontrar un tenis fluido en tierra

Alcaraz celebra un punto en un complicado partido

Alcaraz celebra un punto en un complicado partido / DAVID RAMÍREZ

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Carlos Alcaraz estará en semifinales tras vencer a un Alejandro Davidovich que le puso las cosas francamente complicadas por un 7-6 (5) y 6-4. La victoria es un hecho, pero también lo es que el partido fue una guerra abierta donde el malagueño tuvo sus oportunidades, pero ante el murciano no se puede perdonar.

Carlitos quería las semifinales con todo su corazón, pero sabía que al otro lado de la pista aparecería un jugador que viene en muy buena dinámica como es Alejandro Davidovich, una auténtica roca que ni se inmutó con el susto de los primeros minutos de juego. Un break era la carta de presentación del murciano. El runrrún en la grada era de que sería un visto y no visto, pero ni de lejos se imaginaba nadie hasta donde sería capaz de llegar el malagueño.

Poco a poco se fue igualando el partido con un Alcaraz al que se le volvía a ver errático mientras que Davidovich iba de menos a más y se mostraba muy firme desde el fondo de la pista. No pudo evitar el 3-1, pero un juego en blanco y un break consecutivos le dieron unas alas que le llevaron hasta el 5-5 y la oportunidad de llevarse la primera manga. Salvó bolas de break, llegó a las increíbles dejadas de Alacaraz y le puso en serios aprietos hasta que su insistencia tuvo el premio de ponerse por con 5-6 y saque. Era una gran oportunidad, la grada se lo pasaba en grande pero Alcaraz tras un juego larguísimo de 14 minutos y 17 segundos que arrancó con 0-30 para el murciano, llevó el set al tie break.

Un emocionante tie break

Los minibreaks estuvieron a la orden del día pero Carlitos aprovechó la primera bola de set de que dispuso para ponerse por delante después de una hora y 16 minutos. Fue un auténtico alivio para un jugador que volvió a las imprecisiones del día anterior en una pista donde de nuevo apareció el dichoso aire, tan molesto para estos tenistas que juegan siempre al límite de la pista.

La moral de Davidovich seguro que quedó tocada, era inevitable. Se le había escapado una gran oportunidad, pero lejos de hundirse volvió a la lucha... o a la batalla, como definió Alcaraz los partidos en tierra batida.

Y ofrecieron de nuevo espectáculo en la pista e igualdad en el marcador. Para muestra un botón. En el tercer juego Davidovich dispuso de hasta seis bolas de break y las salvó todas Carlitos, que no desperdició la tercera de la que dispuso en el siguiente juego.

Con el 3-1 en el marcador llegó un momento increíble. Una dejada de Davidovich con la bola regresando a su pista levantó a toda la grada, con lleno absoluto con 7.800 espectadores vibrando y consiguió un break que le devolvía la vida en la pista. Arrancó con la jugada la sonrisa de Alcaraz que vio de repente el 3-3 en el marcador y como su rival usaba su misma medicina para ganarle puntos.

Davidovich luchó lo indecible ante Alcaraz

Davidovich luchó lo indecible ante Alcaraz / DAVID RAMÍREZ

Seguro que Lewandowski, presente en la zona de palcos, disfrutó de este espectáculo deportivo, lejos del césped de los campos de fútbol.

Quedaba un mundo por delante. Y las sensaciones de Alcaraz en la pista seguían sin ser buenas. No le fluía ese tenis contundente al que nos tiene acostumbrados, era un tenis irregular y Alejandro aprovechaba que su rival no estaba al 100% para mantenerse en pie, al ladito de Carlitos en el marcador y generándole muchas dudas.

Lewandowski no se perdió detalle del partido de Alcaraz

Lewandowski no se perdió detalle del partido de Alcaraz / David Ramírez

Pero llegó el momento crucial del duelo y Alcaraz lograba el break y la clasificación para las semifinales tras la segunda bola de partido de la que dispuso para ganar por 7-6 (5) y 6-4.

El tenista murciano espera rival que saldrá del duelo entre el argentino Francisco Cerundolo y el británico Daniel Evans que se disputaba a continuación.