Xavi Simons, una vida bajo los focos: likes, rizos de oro y líder arrollador

Estrella precoz de la generación 'instagramer', su carácter asombra a los técnicos que trabajan con él

Dos años después de dejar el Barça, en La Masia no recuerdan nada igual al "Fenómeno Xavi Simons"

Xavi Simons, ADN Barça en París

Xavi Simons, ADN Barça en París / MARC CREUS

Dídac Peyret

Dídac Peyret

La escena se repetía a menudo en la Ciudad Deportiva. Jugaba el Barça, pero todos miraban a Xavi Simons. Lo miraban los otros niños. Lo miraban los padres. Y todos querían una foto con él para colgarla en las redes.

Ocurría lo mismo cuando jugaban fuera de casa, pero no siempre con buenas intenciones. Hubo un partido en el que, durante el calentamiento, varios jugadores bromearon a ver quién lesionaba antes a Simons.

Xavi Simons, ADN Barça en París

Xavi Simons, ADN Barça en París / MARC CREUS

Eran solo niños pero los niños crecen en un mundo de adultos, así que pronto descubren los celos. Solo había que fijarse en lo que ocurría en las gradas en esos partidos de fútbol formativo.

Siendo jugador del Infantil A, Simons tenía 470.000 seguidores en Instagram, más que algunos actores consagrados o cantantes de Operación Triunfo. Es una época, en la que aprende que no puede fiarse de todo el mundo, siendo ya él de naturaleza reservada.

Simons tenía todos los ingredientes de un producto redondo de marketing: tenía la imagen, tenía la historia y tenía carisma; todo el mundo quería una fotografía con él

Simons, fenómeno mediático

Simons, fenómeno mediático / MARC CASANOVAS

Aquello se convirtió en un fenómeno mediático. Simons tenía todos los ingredientes de un producto redondo de marketing. Era imposible no fijarse en ese pelo, entre Puyol y Valderrama, embutido en un cuerpo pequeñísimo.

Pero es que además tenía carisma. Era muy bajito pero era el que alentaba al equipo, el que juntaba a sus compañeros, el que quería la pelota. Y, por si fuera poco, su historia parecía sacada de una reunión creativa de Nike.

Neymar, Nike y Xavi Hernández

Sus padres le pusieron el nombre por Xavi Hernández, y era un producto de La Masia, pero había nacido en Holanda. Un filón para los periodistas y para Nike, que no tardó en sumarlo a su equipo.

Por aquel entonces Simons ya era una estrella antes de ser una estrella. Alguien capaz de llenar los campos del MIC con su sola presencia.

Un preadolescente que se fotografiaba con Neymar y tenía un equipo de comunicación detrás. Un niño, en definitiva. Pero un niño que no podía fracasar.

Así lo recuerda Carles Martínez, actual técnico de la sub'20 de Kuwait y entrenador suyo en el infantil A y el cadete A.

"Era el jugador que tenía todas las miradas encima. Todo el mundo quería ver a Xavi. Fuimos a Suecia y todos se hacían fotos con él. Pero eso lo ha hecho más fuerte, hace muchos años que juega con esa presión. Y con esa presión él siempre ha sido un atrevido. Cuando llegaba la hora de la verdad, si había que lanzar un penalti, daba siempre un paso adelante".

Simons, vestido de azulgrana

Simons, vestido de azulgrana / PERDRO CASTROVERDE

Su estilo no era el del clásico centrocampista Barça; había que controlar su ímpetu por el juego vertical y las conducciones largas

Mino Raiola ya estaba al tanto del fenómeno, pero a Simons no solo le acompañaban elogios. También había quién dudaba de cuánto había de marketing y cuánto de realidad en su fútbol.

Después de todo, más de un técnico creía que su perfil no era el del clásico centrocampista del Barça. Simons jugaba como interior y tendía a largas conducciones.

Se sentía líder, pero los técnicos trabajaban para encontrar un equilibrio entre sus ganas de tener la pelota y la circulación rápida marca de la casa.

En esa época tenían que frenarle su ímpetu hacia el juego vertical. Pero más allá de lo futbolístico, había algo innato en él que fascinaba a sus entrenadores. Martínez reconoce que tenía un carácter preparado para la élite.

"Lo que más recuerdo de él es cómo te ayudaba a afrontar los retos. Se acercaba y te decía: vamos a ganar, siendo tú el entrenador y él un niño. Es de los jugadores que más me ha ayudado. Antes del partido, motivaba uno por uno a sus compañeros. Tenía madera de líder. Si había un penalti, cogía el balón y decía: lo tiro. Siempre quería más. Ganabas tres partidos y quería ganar el cuarto. Se fijaba en los puntos del año anterior y quería superarlos. Era un ganador".  

Simons era alguien expansivo en el campo, pero reservado fuera de él. Alguien que solo escogía a su entorno más cercano para abrirse.

Alguien que vivía en La Masia sin sus padres. También ahí descubrieron que no solo era competitivo en el campo.

Él era el que apretaba a sus mejores amigos para estudiar. Fijaba horas, convocaba reuniones. Pero luego quería sacar mejores notas que ellos.

"Se acercaba y te decía: vamos a ganar este partido, y te lo decía un niño siendo tú el entrenador"

El coche de Raiola

Simons compite con un solo propósito: ser futbolista profesional. Por eso, cuando el 3 de septiembre de 2017 se sube al coche de Mino Raiola, en el Barça se temen lo peor.

Ese día, el representante ve junto a Regillio (padre de Simons y exfutbolista de la Eredivisie y) el partido del cadete b.

Regilio había dejado de ser entrenador de las inferiores del Ajax para centrarse en su hijo. Y estaba claro el siguiente movimiento: Raiola pasaba a ser el agente de Xavi Simons.

Tenía 14 años y dos años más tardes, en el mes de julio, se confirman los peores pronósticos. Se marchaba al PSG hasta el 2022.

El Barça trata entonces de evitar la fuga. Le ofrece una ficha poco habitual para un chico de 16 años y la posibilidad de acabar la temporada en el Juvenil A. Pero el PSG le propone un camino más rápido al primer equipo y una ficha cercana al millón de euros.

La decisión está tomada. Y lo anuncia en las redes:

"Hoy es un día complicado porque a nadie le gusta despedirse y menos cuando tienes que decir adiós a la que ha sido tu casa tu familia y tu vida desde que tienes uso de razón. No olvidaré nunca cuando me puse por primera vez la camiseta del Barça hace nueve años. Lo hice como jugador del prebenjamín y fue cumplir un sueño”.

Un sueño por otro sueño

El de llegar al primer equipo del PSG. Un objetivo que cumplió el pasado miércoles con 17 años.

Simons entró en el minuto 78 contra el Stade Malherbe Caen en la Copa de Francia. Fue su debut oficial.

Xavi Simons, protagonista en el PSG

Xavi Simons, protagonista en el PSG / AFP

Un punto de inflexión en su carrera. Pero sabe que su sitio aún no es con los mayores. Simons se ha hecho importante en el filial, donde juega con el 10 en una posición más adelantada que en el Barça.

Pero deberá ver la eliminatoria de Champions contra el Barça por la televisión. Lo tiene claro Pochettino, que sabe que las expectativas las cargas el diablo.

"El hecho de debutar es el cúmulo de muchas circunstancias porque muchos jugadores tenían que descansar", dijo en 'El Transistor' de Onda Cero.

Acostumbrado a las comparaciones y las prisas, Simons ha encontrado a un técnico que le pide que escriba su propia historia.

"No será Iniesta ni Xavi, pero tiene calidad y desequilibrio para poder desarrollar una carrera en primera división. Todavía es muy joven, pero tiene mucho potencial".