El vestuario del Barça se ve favorito

Aunque el entrenador del Barça, Xavi Hernández, pidió prudencia, humildad y mucha calma después del gran partido que su equipo hizo en Nápoles, lo cierto es que desde el vestuario blaugrana el optimismo es máximo y la plantilla se ve ya entre los máximos favoritos a ganar la Europa League.

El sorteo de los octavos de final ha sido bondadoso con el Barça, emparejando al equipo de Xavi con el Galatasaray de Domènec Torrent, Iñaki Peña y Arda Turan, un equipo que no pasa por un buen momento y que ocupa la decimotercera posición en la liga turca. Se ve favorito el Barça para superar los octavos de final y también para poder plantarse en la final de Sevilla y ganar el título.

BUEN JUEGO Y BUENOS RESULTADOS

El grupo está reforzado después de los últimos partidos, en los que ha sumado buenos resultados a un juego muy mejorado desde la llegada de Xavi al banquillo. Los refuerzos conseguidos en el mercado de invierno están funcionando y la plantilla es mucho más competitiva. Desde que llegaron Adama y Aubameyang, el Barça ha ganado potencial ofensivo, subsanando una de las principales carencias que arrastraba desde el inicio del curso. Los resultados están ahí desde que ambos pudieron debutar. Cuatro goles al Atlético de Madrid, cuatro goles en Mestalla al Valencia y cuatro goles al Nápoles en el Diego Armando Maradona.

Las dos últimas victorias, ambas contundentes y conseguidas a domicilio contra el Valencia y el Nápoles, han disparado el optimismo en el vestuario, que se va capaz de todo en lo que resta de curso y con posibilidades de ganar un título que lleva unos cuantos premios adicionales, pues ganar la Europa League no solo da la clasificación para la Champions de la próxima temporada, también coloca al campeón en el bombo de los cabezas de serie del próximo sorteo y permite al equipo luchar por otro título, la Supercopa de Europa.

El optimismo también se ha instalado en la plantilla porque, jugando como lo están haciendo en los últimos partidos y con jugadores como Jordi Alba, Frenkie de Jong, Piqué o Pedri recuperando su mejor versión, no ve a ningún equipo de los dieciséis que quedan superior al Barça. Si han eliminado con mucha superioridad a un potente Nápoles que lucha con el Inter y el Milan por el Scudetto, pueden ganar a cualquiera. El vestuario del Barça ha recuperado la confianza y cree que se ha ganado el respeto del fútbol europeo que quizá había perdido en los últimos años tras derrotas duras y contundentes. Además, ganar goleando en Nápoles significa también aprobar una asignatura suspendida en los últimos años, la de ganar a domicilio en Europa en campos con historia.