Van Bommel, amor y odio en clave azulgrana

Van Bommel vuelve al Camp Nou

Van Bommel vuelve al Camp Nou / AFP

Javier Giraldo

Javier Giraldo

La visita del PSV Eindhoven al Camp Nou con motivo de la primera jornada de la Champions permitirá el reencuentro de un ex del Barça con la afición azulgrana: se trata del entrenador del equipo holandés, Mark van Bommel, ex jugador del Barça con una relación contradictoria con el club.

Van Bommel llegó al Barça en 2005, tras trece temporadas en la Primera división holendesa (las seis últimas en el PSV, tras pasar por el Fortuna Sittard y el RKVV Maasbracht, su primer club) y a las órdenes de Frank Rijkaard no tardó en convertirse en una pieza importante para mantener el equilibrio del centro del campo, aunque desde el primer momento quedó claro que su estilo no tenía demasiado que ver con el ADN del Barça.

una final agridulce

Solo estuvo una temporada en Can Barça, pero fue un año intenso: el Barça acabaría proclamándose campeón de Liga y de Champions, en una final que marcaría el futuro de Van Bommel: el holandés fue titular, pero fue sustituido en la segunda mitad por Larsson, cuando el Barça perdía 0-1. La irrupción del sueco, pero también la entrada de Iniesta al partido, lograron cambiar el resultado: para la historia quedó la sensación de que el Barça solo levantó aquella final ante el Arsenal cuando el fútbol metalúrgico de Van Bommel dio paso a la fantasía de Iniesta.

La leyenda cuenta que Van Bommel nunca procesó demasiado bien aquel imparable ascenso de Iniesta, que por entonces ni siquiera era titular indiscutible. Concluida la temporada, el holandés firmó por el Bayern de Munich por seis millones de euros

Su balance en el Barça, cifras en mano, no fue del todo malo: en su única temporada como azulgrana jugó un total de 38 partidos y marcó cuatro goles.

Con el Bayern, Van Bommel firmó dos dobletes seguidos (Liga y Copa) y protagonizó una de las imágenes más recordadas por el público azulgrana, cuando en febrero de 2007 se enfrentó al Madrid en la Champions. Ganó el Bayern 2-3 en Chamartín y Van Bommel firmó el gol de la victoria, celebrado con un corte de mangas inequívoco a la grada del Bernabéu. Llegó a ser capitán del Bayern, el primer jugador no alemán en portar el brazalete del club de Baviera. 

expulsado en su último partido

También jugó en el Milan, con el que conquistó la Serie A en 2011 (su octavo título de Liga en doce temporadas) antes de retirarse en el PSV: quizá para reflejar su condición de jugador implacable, fue expulsado en su último partido con la camiseta del equipo de Eindhoven, por doble amarilla en un choque ante el Twente.

En la selección, Van Bommel disputó dos Mundiales, 2006 y 2010. En la final del Mundial de 2010, la dureza de su juego la sufrieron los futbolistas de la selección española y sobre todo, Iniesta, con quien Van Bommel parecía tener cuentas pendientes. El propio Iniesta confiesa que le sorprendió la dureza con la que se empleó el holandés en aquel partido.

Van Bommel le tenía mucha manía también al Real Madrid. No se sabe si por su etapa en el Barça o por la rivalidad que hay entre el equipo blanco y el Bayern, cuando Van Bommel se enfrentaba a los blancos se transformaba.

En febrero de 2007, en el partido de ida de octavos de final, el Madrid ganó 3-2 al Bayern en el Bernabéu. El segundo gol de los alemanes, que a la postre sería clave, lo marcó Van Bommel en el minuto 88 y lo celebró con un expresivo corte de mangas que ocupó portadas al día siguiente.

Van Bommel inició su carrera como entrenador como asistente de su compañero en la selección Maarten Stekelenburg en la selección holandesa sub-17. Posteriormente, ayudó a Bert van Marwijk, su suegro, al frente de la selección de Arabia. En abril de 2017 se hizo cargo del equipo sub-19 del PSV. Participó en el Mundial de Rusia, nuevamente como asistente de Van Marwijk al frente de la selección de Australia y tras el Mundial, es oficialmente el primer entrenador del PSV en sustitución de otro ex del Barça, Phillip Cocu.