Historia SPORT

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Vallecas, el estadio que remató a Koeman

El Barça regresa al siempre reivindicativo barrio madrileño, lugar donde el neerlandés dirigió su último partido como técnico blaugrana

Tras perder por 1-0 en la 11ª jornada y bajar al equipo a la novena posición, fue despedido en el avión de regreso a Barcelona

Koeman esperaba más defensa pública por parte de Joan Laporta

Koeman esperaba más defensa pública por parte de Joan Laporta / AFP

Adrià Fernández

Adrià Fernández

El Barça vuelve a enfrentarse al Rayo Vallecano a domicilio este sábado (14:00 horas) en la 14ª jornada de la competición doméstica. La situación deportiva de los blaugrana es algo delicada, pero ni mucho menos como la que vivían los culés hace dos años. La derrota en Vallecas fue la gota que colmó el vaso y provocó la destitución de Ronald Koeman como entrenador del Barça.

Pero vayamos por partes para entender el final de aquella historia. Koeman se convirtió en el técnico del FC Barcelona en verano de 2020, tras la destitución de Quique Setién al finalizar la temporada. El 2-8 frente al Bayern de Múnich provocó comportó duras consecuencias, entre ellas, el adiós del cántabro al frente del primer equipo culé. El traje siempre le quedó grande y no supo adaptarse a la velocidad de crucero a la que viaja el transatlántico llamado Barça.

El presidente de aquel entonces, Josep Maria Bartomeu, apostó por un hombre de la casa para redirigir el rumbo del equipo. El héroe de Wembley. Ronald Koeman. Parecía una apuesta 'segura' para tranquilizar las aguas de Can Barça. Pocos meses después, en octubre, el máximo dirigente del club dimitió de su cargo y convocó elecciones para marzo. Más inestabilidad en un club que se tambaleaba en lo deportivo, económico, social e institucional.

A rey muerto, rey puesto

El Barça estuvo en manos de una gestora hasta que Joan Laporta se impuso con contundencia en las urnas. "¡Por fin tenemos presidente!", le decía Koeman al nuevo presidente en el momento en que se conocieron. La confianza de 'Jan' en el neerlandés era total. O eso proclamaba en público. Sin embargo, de puertas hacia adentro todos sabían que Ronald no era la apuesta de Laporta. Su cargo siempre estuvo sobre el alfiler.

El Barça fue nuevamente eliminado de la Champions de forma cruel. Esta vez, en manos del Paris Saint-Germain; pero ganaron la Copa tras vencer al Athletic en la final por 0-4. El equipo, de forma algo incomprensible, dejó de luchar por las opciones que le quedaban para ganar el título liguero, dejando un sabor amargo al final del curso.

Arrancaba una nueva temporada con el terremoto de la abrupta salida entre lágrimas de Leo Messi. Económicamente hablando, el club estaba en la UCI. Los estragos del Covid se añadieron a una irresponsable gestión de la junta anterior. El astro argentino pagó los platos rotos.

Crónica de una muerte anunciada

Koeman iniciaba su segunda temporada sin el mejor jugador de la historia y con un mercado de fichajes austero. El reto era más que mayúsculo. Todos sabíamos el final. Solo faltaba saber en qué momento se escribiría el capítulo.

Fue el 27 de octubre de 2021, después de que el Barça cayese por 1-0 contra el Rayo Vallecano, con gol de Radamel Falcao. Aquel día, los blaugrana llegaban con las bajas de Araujo, Pedri, De Jong, Dembélé y Ansu Fati, ocupando la octava posición con 16 puntos tras cuatro victorias de diez posibles. Entre los jugadores que participaron en aquel encuentro había algunos como Eric Garcia, Nico, Coutinho, Dest, Agüero, Memphis, Demir o Luuk de Jong. Nombres que parecen de la prehistoria, pero que hasta no hace mucho tiempo vestían de blaugrana.

La imagen gris, plana, sin alternativas y sin capacidad de reacción del equipo se estaba convirtiendo en algo habitual. Algo prohibido para un club de la idiosincrasia del FC Barcelona. El presidente blaugrana tomó la decisión de despedir a Koeman esa misma noche en el avión de regreso a Barcelona. "Joan Laporta siempre seguirá diciendo que soy una leyenda del club. Me dolió mucho, me despidió en el avión cuando los jugadores estaban sentados detrás de nosotros. Fui a sentarme a su lado y me despidió", explicaba Koeman tiempo después. Fin de la cita.

Vallecas, un barrio hostil para el Barça.

Sergi Barjuan asumió las riendas del primer equipo como interino durante tres partidos hasta que el club logró luz verde para fichar a Xavi Hernández como técnico del primer equipo. Precisamente, una apuesta de la candidatura a la presidencia de Víctor Font. El egarense, que negó la proposición de Bartomeu para dirigir el club hasta en dos ocasiones, aceptó el reto.

Con el equipo en la novena posición, el objetivo realista no era otro que alcanzar las plazas europeas para poder disputar la Champions League a la siguiente temporada. En la 25ª jornada, el Barça alcanzó la cuarta posición y finalmente, se colgó la medalla de plata de la competición doméstica.

Este sábado, Xavi regresará al estadio que 'enterró' a su antecesor. Se medirá ante un equipo contra el que nunca ha logrado vencer: dos derrotas y un empate.