Una plantilla 'construida' para jugar un 4-2-3-1

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El cierre del mercado dejó construida una plantilla en el Barça cuyo objetivo máximo es ganarlo todo. Cómo hacerlo es responsabilidad de Ernesto Valverde, que deberá encontrar las mejores soluciones para sacar el máximo rendimiento de sus futbolistas.

El Barça y su entorno, obsesionado a veces con el dibujo táctico, impuso entre sus mandamientos el “no te moverás del 4-3-3”, pero el paso del tiempo ha desgastado la piedra filosofal y ahora no se acaba de leer bien si en realidad habla de ese planteamiento o podría tratarse de un 4-4-2, que habría sido una herejía en otros tiempos, pero que ahora aparece en el Camp Nou como si lo hubiera hecho desde hace décadas.

Como el fútbol es materia viva y los equipos y sistemas evolucionan, la sensación, en este momento, es que Valverde ha regresado, gracias al buen rendimiento de Dembélé, a los tres delanteros. Sin embargo, el primer cambio suele dar entrada a Vidal, lo que obliga a cambiar el dibujo. Un solo futbolista fuerza al técnico a variar el esquema. Parecería una anécdota si no fuera porque, desplegando sobre un papel las, en principio, tres opciones más factibles, el 4-2-3-1 es quien mejor se adapta a las características de la plantilla.

La línea defensa, descompensada

Gracias a Sergi Roberto, cuya mutación a lateral de forma definitiva está prácticamente acabada, la banda derecha de la defensa cuenta con dos  hombres, él y Semedo. También la portería está doblada, una necesidad que suelen tener todos los entrenadores. En cambio, hablemos del sistema que hablemos, Piqué y Alba aparecen como únicos que pueden jugar en el central derecho y lateral izquierdo, respectivamente, de forma natural. Antaño había sido difícil encontrar centrales zurdos y hoy el Barça cuenta con tres: Umtiti, Lenglet y Vermaelen.

Un centro del campo muy poblado

Nueve, sin contar a Messi, que juega donde le da la gana y así debe ser, son los centrocampistas que tiene Valverde en su plantilla, cada uno de ellos con sus propias características, tenendiendo a ir más hacia arriba o a guardar las espaldas: Busquets, Samper, Rakitic, Rafinha, Coutinho, Arturo Vidal, Denis Suárez, Arthur y Aleñá. Encajarían como un guante en una línea de tres formada por los pivotes Busquets, Arturo Vidal y Samper, los interiores derechos Rakitic, Rafinha y Aleñá y los izquierdos Denis Suárez, Coutinho y Arthur, la mayoría a pierna cambiada.

La posición de pivote está cuatriplicada, por lo que invita a pensar que la mejor opción es jugar con dos pivotes

El problema es que Arturo Vidal es difícil que, de momento, pueda jugar solo en el pivote y, siempre que lo ha hecho, ha tenido a un compañero a su lado, normalmente Sergio Busquets. El perfil de Denis Suárez y Coutinho, como seguramente el de Rafinha y Aleñá, les convierten en talento ofensivo más que defensivo, mucho más adaptados abiertos a banda y con Messi de mediapunta por el centro que de interiores puros. El 4-2-3-1 permite doblar hasta seis  posiciones de forma natural, por tres en el 4-3-3. Todos los caminos conducen al primer sistema.

La referencia no tiene discusión

Munir y Luis Suárez son los dos delanteros centro del equipo. Eso es indiscutible y, lo que debe preocupar a Valverde es como obtener lo mejor de ellos rodeándoles de la mejor manera posible para acentuar sus virtudes. Ambos son dos rematadores que viven del área, más el uruguayo que Munir. En ese sentido, el 4-2-3-1 permite jugar con dos hombres en banda que aportan profundidad y gol como son Coutinho/Denis Suárez y Dembélé/Malcom. El perfil de ambos, absolutamente distinto, se hace complementario y permite aprovechar mejor las virtudes de todos ellos.

Messi no entiende de sistemas

Guardiola convirtió en falso nueve a Leo Messi en el Bernabéu en el ya legendario 2-6 la temporada 2008-2009. Fue un partido en el que el argentino destrozó al Real Madrid de inicio a fin con sus movimientos. Pero Messi puede adaptarse a cualquier sistema o, mejor dicho, los dibujos acaban adaptándose a él, que para eso es el mejor futbolista del planeta. Sin embargo, y si la intención es sorprendrer tácticamente y no solo por la habilidad del argentino, la libertad con la que suele ya moverse se adapta mejor a la posición de mediapunta en un sistema 4-2-3-1 que a la de estar enganchado en la banda en un 4-3-3 o un 4-4-2.

Es complicado saber si, cuando se planificó la construcción de la plantilla se pensaba en algún sistema en concreto. Ni siquiera si la intención era doblar posiciones o triplicar algunas de ellas dejando otras, voluntariamente o no, con un solo futbolista (siempre corriendo el riesgo). Lo que sí queda claro es que, boli y papel en mano, las características de la plantilla blaugrana se adaptan como un guante a un 4-2-3-1 mucho más que al ya tradicional 4-3-3 o al criticado 4-4-2.