¿Escucharán a Messi?

En realidad, si me permiten, la culpa es de Messi. De Leo, sí, porque su figura gigante tapa la realidad del Barcelona en multitud de ámbitos. Por ejemplo, en el del fútbol base y, por extensión, en su relación con el Camp Nou. Esta tribuna lleva tiempo siendo especialmente insistente en la denuncia de la realidad de un club que no ajusta la teoría a la práctica. No es de recibo escuchar los mensajes del presidente Bartomeu llenándose la boca con el famoso discurso del ‘ADN-Barça’ y los ‘valores de La Masia’, y al mismo tiempo ver cómo hace cinco años que nadie sube al primer equipo, observar la fracasada política de fichajes y cesiones en el Barça B que han anulado a los canteranos y, finalmente, no poder evitar la fuga de talentos en edad juvenil ante la ausencia de oportunidades. Y ante esta realidad, las excusas hieren por inconsistentes: malas generaciones, la sanción FIFA, niños que se van por dinero... O sea, que ni los gestores ni los directivos tienen ninguna responsabilidad. La culpa, como decía aquel, del maestro armero.

Las alertas han llegado desde todas partes. De Laureano Ruiz, el hombre que introdujo el método en el fútbol base a principios de los 70; de Johan Cruyff, el técnico más importante en la historia del club, el que cambió la mentalidad y convenció de la necesidad de asumir la idea.

Durante esta última semana, de Pep Guardiola, el entrenador más laureado y el que transformó esa idea en un hecho cultural, y de Xavi, el futbolista con más partidos jugados con la camiseta del Barcelona. Cuatro sabios indiscutibles con una misma mirada futbolística. Cuatro, no. Cinco. Porque habló Messi para SPORT.

Se queja abiertamente el argentino de la política de cantera. Su mensaje, extraordinario por poco habitual, también lo es por evidente. Quienes no quisieron escuchar a Laureano, Cruyff, Guardiola o Xavi tal vez ganen un instante reflexionando sobre las declaraciones del ‘10’. Porque seguro que a Messi no le buscarán matices para desacreditar sus palabras ni le buscarán intereses variados para justificar lo injustificable. El sistema no funciona y hay que arreglarlo porque el Barça ha sido la referencia mundial del balón con el cruyffismo y ha sido un club de fútbol más cuando ha caminado por otros derroteros. Y para los incrédulos solamente hay que mirar la estadística para comprobar la realidad de cada momento.

Bartomeu se ha atrevido con el fútbol profesional  -Zubizarreta, Puyol, Soler, Braida, Robert, Segura, Abidal, Planes...- pero con la base vive congelado. ¿Servirán los avisos de Messi para iniciar el boca a boca del modelo antes de que sea demasiado tarde?