Una operación 'win win' que no desagrada a Arthur

Así ha sido la charla entre Setién y Arthur en el entrenamiento

Así ha sido la charla entre Setién y Arthur en el entrenamiento  / FCB

Joaquim Piera

Joaquim Piera

A principios de marzo, Éric Abidal encabezaba las negociaciones para renovar a Arthur. Hubo incluso una reunión en la residencia del jugador, en la que el secretario técnico  y Aílton Melo, el padre del centrocampista, pusieron las bases de un nuevo contrato. Todo estaba dentro de un cronograma lógico ya que el volante estaba a las puertas de terminar su segunda temporada en el Camp Nou.  El elemento clave era la propuesta de mejora en la remuneración del jugador, uno de los futbolistas de la primera plantilla con una ficha más baja. 

Cuatro meses después, Arthur, acompañado por su padre, y su hermano, Paulo Henrique, y Robert Fernández, antecesor en el cargo de Abidal, aterrizaban  en Turín para pasar la revisión médica y firmar por cinco años por la Juventus. Un desenlace inesperado, que pone punto final a un giro argumental, en que Arthur tiene el regusto de triunfo personal y en que, por mucho que se diga desde Italia, no guarda ningún tipo de resentimiento hacia la dirección deportiva blaugrana. 

empeñado en triunfar en can barça

Arthur siempre quiso jugar en el Barcelona - sacrificó ofertas mejores que la blaugrana cuando estaba en el Gremio - y, una vez llegado, nunca quiso salir. Por eso, cuando en el mercado invernal el Barça le comunicó el interés de la Juventus, el padre del jugador expresó a la dirección blaugrana que el deseo de su hijo era permanecer e intentar triunfar en el Barça. El inicio de las conversaciones para renovar mostraban cuáles eran las intenciones de Arthur y su familia

El coronavirus lo cambió todo. El Barça puso a Arthur en el mercado, consciente que era uno de los activos más apetecibles que tenía, por su edad (23 años), su status (titular con la selección brasileña y luchando por la posición en el Camp Nou) y su proyección. Surgió la opción del trueque con Pjanic.

El Barcelona expuso la situación una vez al brasileño, pero éste se mostró irreductible. El Barça autorizó a los turineses a hablar con el jugador. La Juventus nunca desistió. El jugador acabó cediendo. 

En ningún momento ha habido la sensación de derrota o de concesión por parte de Arthur. En primer lugar, porque se va a un grande de Europa: líder del Calcio y ahora, por ejemplo, tiene que remontar un 1-0 contra el Olympique de Lyon en los octavos de final de la Champions. 

En 2021 seguro que el equipo de Maurizio Sarri luchará por el cetro continental. Y, en segundo término, porque el brasileño se ha asegurado un contrato de cinco temporadas con unos ingresos muy superiores a los que estaba negociando con el Barcelona. En Italia, ya se ha publicado que el volante percibirá 5,5 millones netos en su primer año en Turín. 

beneficiado por la ley italiana

Arthur va a ser uno de los futbolistas que se verá beneficiado del ‘Decreto Crecimiento’ que entró en vigor en enero para estimular la inversión en las empresas nacionales y que, en realidad, busca echar una mano a los clubes de fútbol para resucitar al maltrecho ‘calcio’. Futbolistas extranjeros con más de dos años de contrato tienen una rebaja fiscal en el pago del IRPF del 50%, ya que, en la práctica, solo deben cotizar la mitad de su salario. 

La sensación con la que se queda Arthur es que una concatenación de eventualidades ha precipitado un adiós, en principio no deseado, pero que le lleva a abrir una nueva etapa ilusionante, en la que espera confirmarse en el panorama europeo, lo que sí que ha conseguido de forma irrefutable en su país, primero en el Gremio y, posteriormente, en la Canarinha, donde es un intocable para Tite. 

Si el Barça no hubiera tropezado en la fatídica y vergonzosa noche de Anfield, la conclusión de la temporada del debut de Arthur en Barcelona habría sido otra. Aunque su estilo de juego al primer toque, asociado a la genuina escuela blaugrana, pareciese que el brasileño se encajaría a la perfección en la medular, el brasileño tenía que pasar por un proceso de adaptación, siempre duro y complicado para quien llega de Sudamérica, principalmente en la velocidad del juego. Y en ello estaba Arthur. 

El mercado del coronavirus, en opinión de Arthur, rompió  cualquier escenario continuista posible. En una teórica normalidad sin covid-19, el Barça estaría preparando en estas fechas una operación salida de los centrocampistas más veteranos para que la ‘dupla’ Arthur - Frenkie de Jong (otro que está sufriendo en su primer año de blaugrana a pesar de llegar de la escuela del Ajax) ganasen definitivamente galones. Ahora, se desprende de Arthur para incorporar a otro jugador muy rodado como Pjanic, de 30 años.

La conclusión de Arthur es haber sabido encontrar una oportunidad en unos meses convulsos, en que cree que la decisión de dejar todas las negociaciones en manos de su padre Aílton y su hermano Paulo Henrique ha sido la mejor solución que podría haber tomado, después de su mala experiencia con su anterior agente. El clan Melo sale en dirección a Turín más unido que nunca. Y la presencia de Robert Fernández, quien más apostó por su fichaje en el Barcelona y consultado por el padre de Arthur en el momento de su adiós, cierra físicamente y simbólicamente, el círculo de su etapa en Barcelona.