La última vez que Xavi dijo adiós

Salvo sorpresa mayúscula, Xavi Hernández dirigirá su último partido como entrenador del Barça el fin de semana del 25-26 de mayo. Será su segundo 'adiós' del FC Barcelona en apenas una década -nueve años para ser exactos-. El egarense puso punto y final a su etapa como futbolista entre un mar de lágrimas, pero alzando como capitán el segundo triplete de la historia del club. Esta vez, la sensación será más agridulce, teñida por un sentimiento de frustración sobrepasada. Lo que pudo ser y nunca fue.

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Xavi siempre ha demostrado ser un hombre de club y llegó a convertirse en uno de los mejores futbolistas de la historia del equipo de su vida. Debutó con el primer equipo en 1998 y alargó el sueño hasta 2015. El camino no fue fácil y el egarense ya degustó de primera mano el tan complicado y exigente entorno blaugrana y fue víctima de varias críticas feroces a su juego. Se impuso a ellas y se consolidó en el centro del campo: 767 partidos, 85 goles y 185 asistencias. Ahí es nada.

Su etapa como jugador, sin embargo, estuvo cerca de terminar un año antes de tiempo. Xavi tenía ya meditado dejar el FC Barcelona en verano de 2014, a pesar de tener contrato hasta 2016, como también hicieron Carles Puyol o Víctor Valdés. El fin de una época. Luis Enrique, que aterrizaba en el banquillo del Camp Nou tras dirigir al Celta de Vigo llegó para revitalizar a un equipo que quedó dolido por la derrota en la final de Copa y la pérdida de la Liga en la última jornada.

El técnico asturiano revitalizó al equipo y logró convencer a Xavi de seguir en el equipo. El '6' logró una vida extra y la aprovechó al máximo. El fichaje de Rakitic le relegó a un segundo plano en la sala de máquinas, pero se convirtió en el 12º hombre de 'Lucho'. Disputó 45 partidos en aquella temporada, 21 de ellos como titular.

El final no pudo ser más dulce. Se despidió de la afición blaugrana el 23 de mayo en la última jornada liguera, una semana después de que el Barça se proclamase campeón de Liga frente al Atlético de Madrid a domicilio de forma matemática. Era su último encuentro con la afición, pero tenía dos partidos más en el horizonte: la final de Copa y la de Champions. Desenlace de ensueño, culminado con un triplete histórico, el segundo de la historia del club catalán. Xavi alzó al cielo de Berlín la 'orejuda', la cuarta de su palmarés y la última que ganó el club culé.

Tras los pasos de Lucho

Xavi, de esta manera, seguirá los pasos que ya caminó Luis Enrique como entrenador del Barça. El asturiano fue el último entrenador en anunciar su 'adiós' del club blaugrana de forma precipitada. Lo anunció el 1 de marzo de 2017 en la rueda de prensa posterior a la victoria frente al Sporting de Gijón por 6-1. Curiosamente, una semana después, los blaugrana repitieron el mismo resultado en la vuelta de los octavos de la Champions ante el PSG para firmar una de las remontadas más históricas de la historia del fútbol.

'Lucho' alegaba lo siguiente ante los medios de comunicación: "El motivo de mi decisión es por la manera que tengo de vivir esta profesión, intensamente y constantemente buscando soluciones. Eso significa pocas horas de descanso. Necesito descansar. Quedan tres meses apasionantes, tres meses en los que estamos en todas las competiciones. En una de ellas es cierto que estamos en una situación difícil, pero estoy seguro de que vamos a tener una oportunidad de darle la vuelta con la ayuda de todos y si los astros se alinean". Vaya si se alinearon, aunque de forma estéril eso sí, con la eliminación en cuartos. El actual entrenador del PSG, al menos, se pudo despedir ganando la Copa.

Ahora, el escenario es diferente. El Barça está eliminado de la Copa y cayó en la final de la Supercopa a manos del Real Madrid. La situación en Liga es complicada (a 11 puntos del Girona, líder con un partido más); mientras que en la Champions les espera el Nápoles en los octavos de final. Las sensaciones deportivas son antagónicas a las de 2015, pero quién sabe si el anuncio público de Xavi puede acabar destensando la situación e insuflando confianza en sus jugadores.