¿Quién trajo a Araujo al Barça?

El uruguayo fue una apuesta personal de Ramon Planes, que no tuvo dudas de su fichaje

Su perfil como central se alejaba del canon habitual de La Masia y necesitó un tiempo para adaptarse

Araujo y sus 100 partidos: "He aprendido muchísimo desde que llegué"

Ronald Araujo ha alcanzado los 100 partidos como jugador azulgrana / FCB

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El éxito de Ronald Araujo en el Barça es la historia de un fichaje atípico. Araujo fue fichado como un desconocido el año 2018. Procedente de Boston River (Uruguay), el Barça pagó 1’7 millones de euros fijos con unos variables de cinco. A pesar de las dudas que había en el club, Ramon Planes, entonces secretario técnico, fue el gran valedor tanto de fichaje como de su llegada al primer equipo. El uruguayo se incorporó al filial azulgrana, entonces entrenado por Garcia Pimienta, donde coincidió con otros defensas como Mingueza, Chumi o Cuenca.

Es una etapa donde se apuesta por jóvenes para el filial que suponen un desembolso con vistas al primer equipo. Se ficha sobre todo potencial: se piensa más en el jugador que puede llegar a ser que en la realidad del momento. Son apuestas, porque suponen un desembolso, pero son controladas porque no son cantidades importantes. Araujo fue uno de esos 'experimentos' y seguramente de los más atípicos por su perfil.

Ramon Planes, exsecretario técnico del Barça

Ramon Planes, exsecretario técnico del Barça / AFP

El uruguayo tenía un físico a punto para la élite pero era un jugador limitado con el balón. A pesar de haber empezado a jugar como delantero, no era un defensa educado para salir con el balón controlado. Había crecido en otra escuela, la de Uruguay, pero además no estaba en su naturaleza. Araujo era un central de mucha envergadura, que disfrutaba defendiendo, pero sin mucha precisión en el golpeo.

Tras unos inicios complicados, donde le costó adaptarse, se hizo importante en el filial a base de trabajo hasta llamar a las puertas del primer equipo. Ni siquiera entonces nadie supo predecir una evolución tan meteórica.