Steve Aoki: "El fútbol es como la música: una fuente de energía grupal"

Steve Aoki ha dedicado sus últimos quince años a hacer feliz a la gente. Lo ha hecho al mando de una mesa de DJ desde la que reproduce, uno tras otro, temazos de música electrónica (en España llegan gracias a la discográfica Blanco y Negro Music, sello independiente de música electrónica y promotor del Festival Unite With Tomorrowland Barcelona y Sensation España) con los que logra, cual flautista de Hamelin pero con personas, hacerles bailar al ritmo que marcan sus samples. Sus más fieles seguidores se agolpan en primera fila para, con suerte, recibir una porción del pastel que Aoki lanza en cada una de sus sesiones al público. Con Steve el festival está siempre asegurado. Por si fuera poco, le apasiona el fútbol, así que, vía ‘Zoom’, charlamos con él sobre su vida, la música y, claro, el deporte rey.  

¿Cuántas horas duerme al día?

Ahora es diferente que antes del Covid Mi vida ha cambiado bastante. El Covid me ha permitido ser mas introspectivo, saber cuáles son mis prioridades. He empezado a ser más consciente, tener más rutinas. Y dormir es una de las cosas de las que he carecido toda mi vida. Uno de mis objetivos durante la pandemia ha sido trabajar en mi sueño. Nunca había pensado tanto en ello antes. Definitivamente soy un adicto al trabajo, trabajaba tanto como podía. Antes ni siquiera me gustaba dormir porque no formaba parte de mi vida. Pero por supuesto que necesitas dormir para mejorar tu capacidad de trabajo. Cada día estoy aprendiendo más sobre ello. Y para responder a su pregunta, antes dormía unas cuatro o seis horas y ahora muchísimo más.

Habrá que cambiar el nombre de su documental, ‘I’ll Sleep When I’m Dead’ (Dormiré cuando esté muerto).

El problema es que lo tengo tatuado en mi nuca. Voy a tener que cambiar ‘dead’ (muerto) por ‘tired’ (cansado). Leí el libro de una amiga sobre el sueño, ‘The sleep revolution’, de Arianna Huffington.

Y se puso a dormir.

Sí, fue un primer paso, sé que dormir es importante, muy importante, hay que cuidar el cebrero. Si quieres cuidar tus pulmones, no debes fumar; si te preocupas de tu cerebro, tienes que dormir. Es algo similar.

Además de dormir, ¿qué ha hecho durante la pandemia?

Música. Quería maximizar mi tiempo, el día. Ahora lo intento categorizar todo para tener tiempo para trabajar, para crear, pero también hago meditación una o dos veces al día, que es una manera de ser más consciente de uno mismo. También tengo tiempo para la familia. Todo esto no lo tenía cuando viajaba. Está muy bien tener grandes actuaciones, discos, pero al final del día lo que me mueve es estar alrededor de la gente que amo. Eso es lo más importante.

Mambo, su último éxito, ¿es fruto de todo ello?

Sí, este disco es una fiesta. Es esperanza. Lo cierto es que, pese a la pandemia, da igual dónde estés, puedes estar de fiesta en cualquier sitio: en tu comedor, en el coche… Lo importante es sentirlo. Yo solo pido ver a la gente sonreír al final del día. Es un sentimiento global con sonidos de todo el mundo, español, italiano… No hace falta ser parte de una cultura concreta para empezar a bailar.

Le noto ganas de volver a pinchar.

Sí, por supuesto. Estoy en casa y desconecto, puedo dormir, no hay ‘jet-lag’, y antes hacía 250 sesiones al año por todo el mundo, durante quince años seguidos. La mitad de mi vida era un constante ‘jet-lag’ y el cerebro no está acostumbrado a eso. Es de locos. Pero todo este año he estado en la misma zona horaria y es increíble, te sientes muy bien.

¡Perfecto!

Sí, pero si veo un vídeo o una foto…

¡Ojo!

…se me rompe el corazón, como con una ex novia. “Por favor, no me enseñes nada”. Las sesiones son mi amor, mi novia, mi esposa… Sinceramente, creo que es dónde debo estar. Lo creo de verdad. Siempre volveré, son mi alma y mi vida. Cuando me preguntan si me voy a retirar, respondo que es algo que no puedo imaginarme. No me importa estar con 80 años en una sesión intentando lanzar una tarta a alguien.

Hablando de vídeos, le he visto pinchar con la camiseta de Boca, de la selección argentina con Messi, en el Estadio Azteca, en el del Ejército en Guatemala… ¿Cuál es su relación con el fútbol?

Me encanta, me encanta el fútbol. Veía fútbol cuando era un niño, quería ser futbolista, pero era muy malo. Hasta que en los últimos diez años he viajado por todo el mundo y he visto diferentes ciudades. Cuando veo a una ciudad que se echa a la calle por un partido me impresiona. Es como la música, toda esa gente junta, sin conocerse, pero gritando juntos. Entendí a querer el fútbol, a mirarlo, a conocer a los jugadores. Es una energía grupal de la que quería formar parte.

¿Mejor pinchar en un estadio que en un club?

Me encantan ambos. Es como todo, cuando haces siempre lo mismo quieres hacer lo otro, y como lo de los estadios no es tan habitual, pues es de locos, muy especial, y las endorfinas explotan en mi cabeza. Es como decir: “¡Sí, lo hicimos!”.

Habrá que preparar algo en el Camp Nou.

¡Sí! España está siempre en mi corazón. Cuando vengo por Europa es el país que más visito. Y Barcelona es muy especial para mí, pinchar en el Camp Nou sería un sueño hecho realidad para mí.

Oiga, en SPORT siempre preguntamos por Messi. Entenderá que no hagamos una excepción.

Messi es mi jugador favorito. A veces Ronaldo… Pelé es una leyenda. Maradona, otra… Descanse en paz. Y Mbappé y Haaland son el futuro. Haaland es increíble. Pero soy seguidor del Bayern. Me encanta Javi Martínez, un buen amigo mío. También Gnabry… Y Davies es fabuloso.

Veo que ha visto mucho fútbol durante la pandemia.

(Ríe) He tenido tiempo.

Pues el mundo le echa de menos a usted ¿Siguiente paso?

Tengo una actuación en Cancún, en septiembre, un festival. Será mi primer gran ‘show’. También hay algo en Texas, pero más pequeño.

¿Y en Barcelona?

No, aún no.

Oiga, viendo su afición por el fútbol y por Messi, ¿qué le parece si, cuando venga a Barcelona, SPORT le invita a ver un partido en el Camp Nou?

¡Vamooooos!

¿Ha estado alguna vezl?

Nunca.

Arreglado.