La sorprendente tranquilidad de Lamine Yamal

La apuesta de Xavi por Lamine Yamal no solo se basa en su potencial futbolístico, la calma en el campo de la promesa de la Masía es clave para entender su presencia en el equipo

Sus formadores en la Masía destacan que la inteligencia natural para jugar con pausa y sin precipitarse forma parte de una personalidad impropia de un chico de 16 años. 

FC Barcelona - Cádiz | Las ocasiones de Lamine Yamal

Jaume Marcet

Jaume Marcet

Era su primera titularidad y la afrontó como si jugara en el campo 7 de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. El debut liguero en Montjuïc no le intimidó. Ni un gesto de nerviosismo, ni un movimiento que delatase angustia o precipitación. Sin protestas al árbitro ni reproches a sus contundentes marcadores. Con 16 años recién cumplidos, Lamine Yamal muestra una madurez insólita para un debutante. Su lenguaje corporal transmite calma y frialdad, una confianza que refuerza la apuesta valiente de Xavi por este adolescente nacido en Esplugues y criado en Mataró. 

El potencial y el talento de Lamine no ofrecen dudas, pero su edad sí que podría parecer un freno para asumir responsabilidades en la élite. De momento no pesa y Lamine Yamal no se dejó llevar por las prisas en un contexto de partido complicado.

Sus entrenadores en el fútbol base son los menos sorprendidos por esta madurez precoz. Lo describen como un chico muy tranquilo. Lamine entiende y demuestra que las prisas no ayudan en el campo y es por ello que, a pesar de jugar de extremo, prácticamente no pierde balones. 

La lectura del juego es una de las grandes virtudes de este atacante zurdo. Ivan Carrasco, su entrenador en el curso 2021/22 con el Cadete A, da con la clave para explicar esta tranquilidad pasmosa: “No se deja llevar por la aparente urgencia del tiempo, porque sabe que las jugadas no se pueden forzar, es una inteligencia natural, como su talento técnico.” En la Ciudad Deportiva todos coinciden en que esta calma va también ligada a un carácter 100% competitivo. 

Además, la edad física no se corresponde con su gestión emocional, que es mucho más adulta de lo que indican sus 16 años. 

Naturalidad innata

Esta confianza en sí mismo no es nueva. Uno de sus primeros entrenadores en el Barça, Jordi Font, explica a Sport que “cuando lo dirigí en el Benjamín A me encontré con un chaval extremadamente tranquilo, no era nada gamberro, siempre tuvo un comportamiento exquisito con todos sus compañeros”. Se juega como se vive y así es en el caso de Lamine Yamal: “Su tranquilidad en el campo es reflejo de su manera de ser. Además una gran clave de su juego es la pausa y ese saber hacer cosas difíciles y que parezcan fáciles” apunta un Jordi Font orgulloso de haber dirigido a un jugador que “percibe las cosas antes de que pasen, y esto le da esta tranquilidad para saber lo que tiene que hacer. Es algo que no se aprende, le sale natural y al final esto provoca que nunca se altere ni pierda los nervios”. 

Su trayecto en la élite acaba de empezar. Desarrollar todo su potencial será la clave para progresar y triunfar. Y para ello será fundamental que Lamine Yamal mantenga y potencie esta gestión emocional madura que ha cautivado a Xavi y a su cuerpo técnico.