Sandro Rosell: "Por fin estoy en casa"

Sandro Rosell dormirá esta noche en su casa después de 644 días en prisión preventiva. Tras cuatro días de juicio la jueza decreto su libertad provisional sin fianza y el que fuera presidente del FC Barcelona desde 2010 a 2014 regresó a casa.

Llegó a las 19.30 horas en la estación de Sants de Barcelona. Algunos familiares, prensa y muchos curiosos estuvieron esperando la llegada del ex presidente azulgrana que estuvo acompañado en todo momento por su mujer, Marta Pineda, algunos amigos, los directivos del FC Barcelona Didac Lee y Manel Arroyo y por supuesto por su abogado Pau Molins. 

Junto a Sandro Rosell, que por la mañana declaró en la Audiencia Nacional, llegó también su socio Joan Besolí, también en prisión provisional durante los mismos 22 meses a quien también decretaron la libertad condicional el miércoles.

Cuando subió las escaleras desde la vía 1, en la que se estaciónó el AVE que le llevó a Barcelona desde Madrid, todo fueron abrazos, gritos de ánimos, felicitaciones por haber conseguido la libertad después de tanto tiempo encerrado.

A uno de los que se encontró y saludó en el vestíbulo de la Estació de Sants fue a José María Álvarez, secretario general de la UGT.

Sandro llegó a Barcelona más delgado y sin voz. Había explicado que en el traslado desde la prisión hasta la Audiencia Nacional los cambios de temperatura de provocaron un fuerte resfriado que le dejó completamente afónico. 

Ello no le impidió asegurar que "por fin estoy en casa", dijo tras pedir perdón "estoy sin voz, lo siento", dijo.

Sin embargo aseguró que "lo que más ganas tengo es de ver a mis padres y darle un beso a mi madre". Hoy será un día muy feliz para Jaume y Mariló, sus padres, que tendrán de nuevo a su hijo en casa.

También aseguró que el miércoles fue un día redondo para él, pues coincidió que le pusieron en libertad condicional con la victoria del FC Barcelona ante el Real Madrid en el Bernabéu en la vuelta de las semifinales de Copa por 0-3 y la posterior clasificación de los azulgranas para la final.Vio el partido en el hotel en el que se ospedó en Madrid y por la noche pudo saludar a Josep Maria Bartomeu, Jordi Moix, Jordi Mestre y Didac Lee. 

"Fue un buen partido", llegó a decir Sandro con un hilo de voz mientras se dirigía hacia el taxi que le tenía que llevar su casa para sentarse en su sofá, dormir en su cama. comer en su mesa... 

Fue un momento emotivo, donde hubo abrazos, lágrimas y mucha emoción contendida para recibir a un hombre que pese a mostrar cara de cansancio y de haber sufrido durante tanto tiempo la prisión provisional, estaba sereno, tranquilo y con ganas de saludar y abrazarse con todos los que se le acercaban.