Historia Sport

De Saint-Denis a Valencia, en 1.092 días

Tres años más tarde, Bojan, que hoy tiene 18, está al otro lado. El 17 de mayo de 2006, el de Linyola estaba en París, pero vio la final de la Champions que ganaron los de Frank Rijkaard desde la grada de Saint-Denis

I. San Antonio

Aquella misma mañana visitaba Montmartre con sus padres, Bojan y Maria Lluïsa. Por la noche, los tres gritaban de alegría en el Stade de France. 1.092 días después, sus progenitores vivirán, esta vez la final de Copa, algo más nerviosos. Algo lógico, teniendo en cuenta que su hijo estará entre el once titular de Pep Guardiola.

"Hay mucha diferencia en pocos años y, por eso, tengo más ganas. Soy un culé más, yo soy de esos aficionados que están en la calle muriéndose de ganas de que gane el Barça. Soy uno de ellos", asegura el hoy futbolista profesional del conjunto blaugrana. La vida le ha cambiado muchísimo desde aquel día en el que podía pasear tranquilo entre los pintores y los adoquines del barrio parisino. Bojan era entonces el protagonista anónimo de las fotografías que sus padres tomaban; hoy no podría caminar dos pasos sin que alguien le pidiera una instantánea con él.

"Estuve en París como aficionado y estar entre el público ya impresiona", explica de aquel momento Bojan. Ahora será muy diferente y lo vivirá desde otra posición, pero está convencido de que "será un gran partido entre dos grandes aficiones, dos aficiones hermanas, habrá muy buen rollo. Creo que habrá un buen ambiente". Si no fuera futbolista del Barça, Bojan Krkic estaría hoy en la grada de Mestalla. Con camiseta y bufanda, claro.