Roony Bardghji y el Barça, implicados en el caso Fabrizio Romano

El caso Fabrizio Romano salpica al Barça. El periodista italiano ha sido acusado de ofrecer publicidad a través de las redes sociales a algunos clubes europeos, como el Valerenga y el Copenhague.

El Copenhague, recién eliminado de la Champions por el Manchester City, rechazó una oferta para ser mencionado en los tweets de rumores de fichajes por Romano. El periodista habló hace unos días sobre la situación de Roony Bardghji, joven estrella del equipo.

Bardghji, de solo 18 años, es el máximo goleador del Copenhague en liga. Salió al escaparate con el definitivo 4-3 ante el Manchester United, y está considerado el mayor joven talento sueco. El futbolista ha sonado para todos los grandes clubes europeos, entre ellos el FC Barcelona y el Real Madrid.

La oferta que sí puede aceptar Klopp

Después de un gran inicio de temporada, Bardghji empezó a no entrar en el equipo en este 2024. Fabrizio Romano publicó un tweet sobre la situación del sueco, explicando que no quiere renovar su contrato a largo plazo.

Tras esta información, crecieron los rumores del interés de varios clubes europeos sobre el jugador, entre ellos el Barça, que parecía tener al sueco como gran objetivo. El Copenhague la desmintió totalmente, y se entiende que fue un mensaje del entorno del jugador mandado para presionar al club.

En juego la reputación de Romano

Según la investigación de Bager Thogersen, periodista danés, Romano cobra por difundir rumores de fichajes, muchos de ellos ficticios e interesados por la parte que paga, que pueden ser clubes, agentes o entorno de los jugadores. El italiano se ofreció al Copenhague para anunciar algún fichaje del club a cambio de una recompensa.

Romano utiliza la empresa Memmo, que realiza vídeos personalizados de famosos para dar publicidad a empresas, afirma Thorgensen. Los clubes reciben una oferta por correo con las condiciones, sabiendo que aparecer en las redes sociales de Fabrizio Romano da una gran popularidad. El Valerenga noruego recibió una propuesta similar, pero al igual que el Copenhague, la rechazó.