Dos ‘revoluciones’ sin resultados

Ni las rotaciones ni agitar al equipo en la segunda parte dieron los frutos esperados por Xavi

El intervencionismo de Xavi no alcanzó para que el Barça su pusiera con ventaja en el primer duelo ante el Galatasaray. En Turquía se lo jugará todo

FC Barcelona - Galatasaray: Piqué, Busquets y Dembélé entraron en el inicio de la segunda mitad

Piqué, Busquets y Dembélé entraron en el inicio de la segunda mitad / Telefónica

David Salinas

David Salinas

El plan del Barça era dar una alegría a su afición en Europa ante el Galatasaray (0-0) y, al mismo tiempo, dar descanso a los teóricos titulares ante el apretado calendario que el equipo tiene encima antes del parón por las selecciones. Ni una cosa ni otra. Y tampoco funcionó la agitación del equipo tras el descanso —tres cambios de golpe— ni acumular pólvora con Aubameyang primero y Luuk de Jong después.

Después de encadenar cuatro victorias consecutivas (Valencia, Nápoles, Athletic y Elche), la quinta estaba cuesta abajo por acudir el Galatasaray en horas bajas: decimosegundo en la liga turca, a 32 puntos del líder. Sin embargo, anoche una cosa fue la teoría y, otra muy distinta, la práctica.

Seis cambios

Lo había adelantado el estratega egarense en la previa: haría cambios en el once. Y los hizo: seis respecto al equipo titular que presentó en Elche: Dest, Eric, Nico, Adama, Memphis y Ferran fueron las novedades y ‘descansaron’ Alves (no inscrito), Piqué, Busquets, Dembélé, Aubameyang y Gavi (sancionado).

Sin embargo, el equipo “bajó la intensidad y se igualó todo”, reconoció el entrenador tras el final del partido. Además, el Barça chocó contra un gran Iñaki Peña y le faltó ritmo, estuvo espeso y no encontró espacios libres. En definitiva, le faltó atacar mejor.

La primera ‘revolución’ de Xavi no funcionó y el entrenador reaccionó con celeridad tras el descanso dando entrada a Piqué, Busquets y Dembélé. Mejoró el juego azulgrana, que tuvo algo más de fluidez, pero no lo suficiente.

El paso de los minutos y el inamovible empate a cero empezaron a hacer mella en el equipo, cada vez más impreciso y nervioso. Xavi tampoco permaneció inactivo en esta situación y apuró sus opciones, primero dando entrada a Aubameyang por Memphis y, después, jugando ya la última baza: Luuk de Jong por Adama.

El intervencionismo del vallesano no dio los resultados logrados en los últimos partidos (Athletic y Elche), cuando marcaron los jugadores de refresco.