El Barça se quedó a medias en el ensayo general del Clásico con escándalo final

El Barça sigue sufriendo el maleficio de Donosti en el Reale Arena

German Bona

German Bona

El Barça llegará al Clásico con ciertas dudas tras sumar un trabajado punto en Anoeta. Los de Ernesto Valverde jugaron un partido de ida y vuelta ante una Real Sociedad que les exigió al máximo. Aunque el punto es justo visto lo visto, fue decisivo el arbitraje de un Alberola Rojas que no aplicó la misma vara de medir a los dos equipos. Lo que en el área barcelonista fue un riguroso penalti, de los que hay a montones, en el área donostiarra fue un 'sigan, sigan' de manual. Un penalti que se fue al limbo y que podía haber significado la victoria. Aun así, hay cosas a mejorar de cara a la visita del Madrid. Tienen cuatro días para corregir lo malo y potenciar lo que sí salió bien.

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LaLiga Santander

2
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Alineaciones
Real Sociedad
Remiro; Zaldua, Zubeldia, Llorente, Monreal; Portu (Januzaj, 59'), Guevara, Merino, Oyarzabal (Barrenetxea, 84'); Odegaard e Isak (Willian Jose, 65').
Barça
Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba (Semedo,73'); Busquets (Aleñá, 73'), Rakitic (Arturo Vidal, 79'), De Jong; Messi. Luis Suárez y Griezmann.

No se reservó nada Ernesto Valverde. Once de gala para visitar a un rival muy potente instalado en la parte alta por méritos propios. El  'Txingurri' se tomó el partido como un ensayo general para el Clásico y así lo reflejó en la alineación. Regresó Jordi Alba al lateral izquierdo, Rakitic se mantuvo una jornada más en el equipo titular y Griezmann regresó a un estadio que, lejos de los insultos del Wanda, le acogió con algún pitido, pero relativa indiferencia en general.

El tremendo ambiente de un estadio que, sin pista de atletismo, es una 'bombonera', llevó en volandas a la Real Sociedad en el arranque del choque. Los donostiarras juegan al fútbol con mayúsculas. Es un equipo de toque, con peloteros como Odegaard, y sobre todo, de rápidas transiciones. Buscaron los de Imanol hacer daño a los laterales del Barça ya desde el primer minuto, cuando Ter Stegen se quedó peligrosamente a media salida ante el malintencionado centro cerrado de Oyarzabal.

El Barça buscó enfriar el partido, pero no tuvo tiempo. A la salida de un córner, Alberola Rojas señaló  penalti en un leve estirón de la camiseta de Busquets a Diego Llorente. 'Penaltito', de los que se dan una docena en cada partido. Oyarzábal batió con maestría a Ter Stegen, que se tiró al lado contrario.

Remar a contracorriente

Solo con el gol en contra reaccionó el Barça, que demasiadas veces se ha visto con la necesidad de remontar. Tuvo el rápido empate Luis Suárez en sus botas, pero Remiro despejó su potente disparo. En la acción siguiente, Sergi Roberto buscó al uruguayo, con todo a favor para marcar, pero faltó precisión en el pase.

La Real, con espacios, olió la sangre. Abrió el campo y corrió mucho. Piqué, omnipresente, se tuvo que emplear a fondo para quitarle 'in extremis' el balón a Isak cuando el sueco ya había armado el pie para chutar. La velocidad de unos contrastó con la parsimonia de los otros. El Barça daba mil  toques para dibujar la ocasión y a los donostiarras les bastaba con dos o tres pases en profundidad para crear peligro. Messi cabeceó alto tras una larga e improductiva combinación.

Aparece el 'principito'

Y final, el gol del empatel llegó al más puro estilo de la Real. Diego Llorente se la comió en el bote, Luis Suárez asistió a Griezmann y el francés, con sangre fría y calidad, batió a Remiro en la salida con una majestuosa 'picadita'. No lo celebró, por respeto a su antigua afición, pero el gol le fue de perlas a un Barça que no estaba encontrando soluciones y aunque reaccionó y se fue a vestuarios  con otra cara, debía aprovechar el descanso para analizar, dar en el clavo y salir al césped con otra mentalidad.  

El 'pistolero' desenfunda

¡Y vaya si  lo hizo el  Barça! El  equipo entró al campo muy despierto y le dio la vuelta al partido en un abrir y cerrar de ojos. Piqué, pletórico como siempre que se acerca el Clásico, le ganó en el salto a Isak, Griiezmann vio  a Busquets y Sergio se sacó de la chistera un magnífico pase en profundidad para Messi. El argentino fue generoso y le dio el gol prácticamente hecho a su inseparable Luis Suárez, que la ajustó lejos del alcance de Remiro.

Ya no quiso el Barça desacelerar, siguió con la marcha puesta y buscó el gol de la tranquilidad ante una Real, ahora sí, con síntomas de aturdimiento. Lo probó Griezmann con un chut alto, pero sobre fue Piqué quien lo tuvo. Su cabezazo lo sacó Merino bajo palos. Una lástima, el  barcelonés mereció mayor premio.

Vuelta a empezar

Ha salvado y ha dado tanto al equipo azulgrana en tantas ocasiones que se le perdona el borrón, pero lo cierto es que Ter Stegen no anduvo fino y su error volvió a poner en el partido a la Real cuando peor lo estaban pasando los locales. El centro de Monreal tenía poco peligro, pero el alemán lo desvió directo a Isak, que no falló a puerta vacía.  Tocaba empezar de nuevo.

Pero ya iba a ser mucho más difícil.  La Real, con energías renovadas, ahogó al Barça por momentos y de nuevo Ter Stegen mostró dudas, esta vez con los puños. Necesitaba ideas frescas el  Barça  y Valverde se decantó por dar entrada a Aleñá  por  Busquets. Y sentó a Alba para darle descanso por Semedo. Poco después, entró Arturo Vidal por un Rakitic que se despidió con un potente chut que no encontró portería.

El partido se rompió en los últimos minutos. Aleñá le dio bríos al equipo, pero en defensa cada ataque realista ponía el miedo en el cuerpo. Alberola Rojas empezó  el choque con polémica con un penalti muy riguroso y lo  terminó sin señalizar una caída dentro del área de Piqué, que reclamó pena máxima  con vehemencia  por el  agarrón de Llorente. Aquí se le vio 'el  cartón' al árbitro, que no aplicó el mismo criterio.Lo cierto es que, por méritos, el empate fue suficiente premio para el Barça.