El PSG ve casi inviable la continuidad de Neymar Jr.

Joauqim Piera

Neymar Jr. está llevando al PSG a su terreno. Su incansable guerra de guerrillas hace mella y el crack está colocado al club de Qatar Sports Investments en un callejón sin salida. Por muchas bravatas que haya hecho en público su nuevo director deportivo, el brasileño Leonardo de Araujo, la dirección del campeón francés tiene interiorizado que es casi inviable la continuidad del que era el jugador franquicia del proyecto.

No hay clima para que Neymar, que vive confrontado con la dirección del club. cumpla su tercera campaña en París. El brasileño no es Rabiot a quien se le purgó con el ostracismo. Nasser Al-Kheilafi es muy consciente que no hay otro camino que su venta. 

Y en esta tesitura, el presidente qatarí desearía traspasar a Ney a cualquier club que no fuera el Barcelona, para ello tendría que encontrar un comprador que ofreciese los 222 millones de euros que pagaron dos años atrás y, de esta forma, le permitiría tener beneficios contables en la operación. 

Una vez, el astro brasileño marca el camino, porque ha instado a los dirigentes del PSG a entenderse con el Barça. No hay, por tanto, posibilidad de venderlo al mejor postor.

Desde hace semanas, ejecutivos del Barça y el PSG intentan hacer viable un acuerdo imposible. Los azulgranas proponen obligatoriamente la inclusión de futbolistas, porque para hacer viable el retorno de Neymar el Barça necesita aliviar la masa salarial.

Mientras no se llega a una entente, Neymar sigue incansable en su labor de hormiguita, haciendo cada día más irrespirable el ambiente interno con los dirigentes del PSG. Su estancia una semana más en Brasil, para atender a un compromiso publicitario y a eventos de su proyecto social, no solo explicitó su rebeldía sino que le ayudó a desgastar, aún más, su relación con los mandamases qatarís.

La gota que colma el vaso

Y su declaración ‘espontánea’ de que su mejor recuerdo en un vestuario era la celebración del 6-1 con el Barça ha creado un cisma entre el crack y la afición del PSG. Hurgando en el peor trauma del proyecto qatarí en París, el brasileño se ha distanciado, para siempre, de una afición, que seguía venerándolo. No hay que olvidar que, cuando el brasileño no ha estado lesionado, ha marcado las diferencias. 

En todos y cada uno de los movimientos que ha hecho Neymar ha invitado, implícita o explícitamente, al PSG para que lo acabe traspasando. Otra batalla de la guerra interna existente se ha librado ahora que Neymar ha estado de baja. El 6 de junio se rompió parcialmente un ligamento del tobillo derecho en un amistoso de la Seleçao contra Qatar, lo que le imposibilitó estar en la Copa América, que se jugaba en su país. 

Neymar hizo la recuperación al margen del PSG, que nunca tuvo constancia de su verdadero estado.  Rodrigo Lasmar, médico de la Seleçao que cuenta con la máxima confianza del astro, supervisó sus evoluciones. Que haya trascendido, el galeno estuvo con el crack en Sao Paulo, a mediados de junio, cuando pasó por un examen de imagen en un centro médico, y en Belo Horizonte, cuando Brasil eliminó a Argentina (2-0) en las semifinales. 

El crack se puso en manos de su fisioterapeuta particular, Rafael Martini, y de su personal trainer, Ricardo Rosa, que formaba parte del cuerpo técnico de la Seleçao. Solo cuando Ney aterrizó en París, el PSG pudo tener noción de su estado físico con la batería de exámenes a que se sometió. 

Que el PSG, primero con Antero Henrique, y ahora con Leonardo, siga sentándose en una mesa negociadora con el intermediario israelí, Pini Zahavi y con los máximos responsables del área deportiva del Barça muestra que el PSG está escuchando ofertas por su estrella. 

El Barça está en un escenario del que nunca disfrutó antes en las embestidas fracasadas por hacerse con los servicios de Thiago Silva, Marquinhos, Verratti o Rabiot. En ninguno de los casos anteriores, el PSG llegó a tasar a sus jugadores, blindados por contratos en que no había cláusulas de rescisión. Nunca, entonces, hubo negociaciones entre los dos clubs. Ahora, en cambio, sí. Que Neymar esté forzando, es uno de los motivos.

Otro aspecto a destacar es que el PSG esté escuchando las ofertas del Barcelona. Incluso, sin músculo financiero para afrontar una compra de la envergadura de Neymar, Leonardo, que habla en nombre de la cúpula qatarí, no ha roto los contactos. A Al-Khelaifi le encantaría escarmentar en público a su estrella, pero el único camino que tiene es deshacerse de él…